Este inicio de semana el gobernador Alejandro Armenta dio a conocer que están realizando una “limpia” de personal corrupto en la Fiscalía, y acusó que en el Poder Judicial también hay indicios del crimen organizado, lo cual es un tema muy delicado.
Lo que el mandatario señaló fue corroborado por la doctora Idamis Pastor Betancourt, quien amplió el campo de investigación a otras dependencias del estado, donde también se han detectado actividades irregulares.
De lo que Armenta declara abarca a las administraciones del pasado, pero tiene qué ver más con épocas recientes donde sus compañeros de partido Sergio Salomón Céspedes, y el finado Luis Miguel Barbosa estaban gobernando.
Esto quiere decir que la infiltración de los criminales en las instituciones de justicia salpica más a los morenistas que al morenovallismo o más para atrás, porque todavía sigue la depuración.
Habla bien de su compromiso que tenga el valor de decirlo, aunque sin duda alguna hay a quienes no les agrada que sea el propio mandatario quien lo haga público, y que la opinión pública se entere de su ronco pecho. Tal vez muchos quisieran que la ropa sucia se lavara en casa, pero con Armenta eso no aplica del todo.
Donde también se cuecen habas es en la administración municipal de Puebla, donde se denunció penalmente el hoyo financiero que recibió Pepe Chedraui, y aunque los panistas tampoco están de acuerdo, la ciudadanía debe conocer los detalles.
Aunque en política era regla no escrita que se taparan ese tipo de desvíos o boquetes al erario, los tiempos reclaman cada vez mayor transparencia, sin que esto sirva de pretexto para cobrarse venganzas políticas.
En ese mismo sentido se ha dado a conocer que hay afectaciones en algunas obras que se realizaron en el gobierno de Eduardo Rivera Pérez con el programa mil calles, concretamente el caso de la Avenida Juárez y la calle 5 Sur.
Está claro que hubo "vicios ocultos" porque algunas no tienen el año de que se realizaron, y una tormenta fue suficiente para sacar a relucir la pésima calidad de los trabajos.
Más que una represalia, lo que el alcalde Chedraui debe hacer es obligar a que las empresas respondan, porque los ciudadanos no deben pagar por la irresponsabilidad de malos contratistas. En cuanto a la presunta corrupción en la Fiscalía es urgente sacar a los malos agentes ministeriales a fin de que la justicia sea una opción para todos, y no un privilegio de unos cuantos.
