Casi de manera inevitable, los políticos caen en la tentación de promover su imagen para sacar beneficio personal, lo que está claramente prohibido por las leyes electorales en este país, pero aún así prefieren correr el riesgo y morir en el intento.
La semana pasada mi compañero Andrés Lobato hizo una minuciosa revisión de las redes sociales de los 23 municipios poblanos, donde se pudo constatar que los alcaldes de aquella región afectada por las lluvias, donde murieron al menos 18 personas y hay más de seis mil viviendas destruidas, utilizaron la tragedia para exaltar el culto a su personalidad.
Muy mal todos los que hacen eso, pues demuestran la miseria humana de quienes lejos de solidarizarse con la desgracia, se aprovechan de algo tan delicado y sensible como la pérdida de vidas humanas y de sus objetos más preciados.
Igual de ilegal es que otros funcionarios, acá en el área metropolitana y en un mal momento, aparezcan por todos lados en revistas hechas exprofeso para destacar al personaje, por encima de su mensaje.
Me refiero a José Luis García Parra, coordinador del Gabinete estatal a quien se le puede ver por toda la Recta a Cholula y otras avenidas, donde lo promocionan justo cuando los hermanos de la sierra lloran por su seres queridos, y todo lo que perdieron.
En ese sentido habría que ver la ley electoral, para ver si quienes lo pusieron ahí, seguramente con su autorización, deben ser sancionados o al menos obligados a retirar esa publicidad a todas luces fuera de tiempo.
Quienes nos dedicamos a este negocio, sabemos que el propio García Parra, o algún oficioso, aprobó esa campaña y aunque lo van a negar, es obvio que invirtieron una buena lana para correrla. Eso amerita una seria investigación por parte del IEE, pues actos como ese no debe quedar impunes porque sentaría un pésimo precedente.
Otra anomalía que el Instituto Electoral tiene por analizar, es la propaganda que realizó este domingo el partido Somos México frente a la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, sobre la avenida Juan Pablo Segundo, donde pusieron lonas justo afuera del inmueble y entregaron volantes.
Por supuesto que tienen derecho a buscar adeptos, pero sin duda es un error de estrategia plantarse en recintos religiosos a donde los feligreses acuden buscando paz espiritual, y difícilmente quisieran encontrarse con militantes de algún partido, ya sea de fifís o chairos.