En el año 2004, el Centro DIF Capullos recibió un premio en Dubái por mejores prácticas para mejorar las condiciones de vida de los menores. Al año siguiente (2005) El Laurel de Oro a la Calidad, México-España, por las acciones emprendidas en favor de los niños y de la población en situación de pobreza.
Para 2010, con la tesis Propuestas de política pública para la prevención del maltrato infantil en Nuevo León, el caso Centro DIF Capullos, Sara Riojas de la Peña, en aquel entonces estudiante de maestría del Tec, obtuvo su grado.
En uno de sus capítulos, la máster Riojas de la Peña habla sobre la construcción de alternativas para involucrar a la sociedad y a los diferentes grupos de interés (stakeholders), a fin de gestionar mayores apoyos entre empresas y organismos privados.
Señala que “las formas de negociar serán importantes, pues con el uso de incentivos por parte del gobierno hacia las empresas puede generar un mayor resultado de participación, y por lo tanto de alcance de la información”.
Le da una gran importancia a la participación e involucramiento de las escuelas por ser un tema primordial y porque allí es donde se encuentran los datos del mercado “meta” al cual debemos llegar: “Los padres de familia”.
En sus conclusiones hechas hace 11 años, ya daba cuenta de la carga de trabajo del personal por la llegada de niños maltratados en sus casas, y que necesitan cobijo moral y físico de inmediato.
No debemos olvidar que de acuerdo con la ley su objetivo general es “atender, disminuir y erradicar del estado de Nuevo León el maltrato infantil y la violencia familiar a través de programas resolutivos que buscan la autosuficiencia de las familias y la armonía entre ellos”.
En teoría, cuando un niño llega debe hacerse de inmediato un estudio psicológico para ver las condiciones físicas y mentales que tiene en ese momento.
Por eso es lamentable que sucedan hechos como la riña entre chamacos que dejó algunos destrozos. No debemos permitir que vuelva a suceder, vamos a involucrarnos y a convertirnos en verdaderos stakeholders, y en eso los medios de comunicación debemos estar incluidos por supuesto.
Miguel Ángel Vargas
miguelangel.vargas@milenio.com