Por alguna razón que no comprendo, a los políticos les encanta programar la inauguración de obras aun cuando éstas no se hayan concluido. Es una mala costumbre que las administraciones morenistas heredaron de los priistas.
Entiendo que deba haber un orden porque soy partidario de una mejor organización, y del cumplimiento de compromisos en los proyectos del sector público, pero tampoco quiere decir que deban ser a rajatabla.
Creo podrían tener un poco más de flexibilidad en algunos casos como en el de la CAPU 2, cuyas instalaciones se están terminando, y eso ha generado una serie de inconvenientes entre los usuarios que no saben a ciencia cierta cuándo estarán funcionando al cien por ciento.
Algún funcionario debió explicarle al gobernador Sergio Salomón Céspedes que todavía le faltaban algunos detalles, y que por eso algunas empresas no se han instalado ni hay corridas para los diferentes puntos. En los detalles está la diferencia como dice el refrán popular.
Lo digo porque si la hubieran abierto al público en uno o dos meses, nada habría pasado, ningún ciudadano se atrevería a reclamar, como sí lo hacen algunos que acuden a la Central Camionera del Sur buscando algún viaje, y se dan cuenta que en estos momentos es inoperante.
Por llamarlo de alguna manera, es nuestro AIFA poblano, porque a nivel federal se apresuraron a darle arranque a una obra que sin duda está bien hecha, pero que le ha costado normalizar sus operaciones debido a que algunas aerolíneas no estaban preparadas.
En el caso de terminal del sur tal vez les faltó socializar más el proyecto, incluso hacer una campaña en medios para vender los beneficios de la misma, que sin duda los tiene, y no ir atajando las protestas ciudadanas de los vecinos que viven en las calles aledañas como ahora sucede.
Tampoco vamos a decir que estuvo mal ni mucho menos, por el contrario, era una obra necesaria para desahogar a la CAPU del norte, donde el número de pasajeros es tanto que los fines de semana y en época vacacional se vuelve caótica.
Otro punto que deben cuidar, y eso corresponde al municipio, es la presencia del ambulantaje y sobre todo la inseguridad, porque a más de un conocido los han asaltado cuando se atreven a utilizar un taxi afuera de las instalaciones donde andan acechando los delincuentes.
En la del sur por ejemplo, todavía no hay vendedores porque no ven movimiento, pero en cuanto se normalice seguro aparecerán como moscas en la basura, igual que sucede en las carreteras donde por arte de magia salen de quien sabe aparece la vendimia en cuanto hay algún accidente.
