Desde hace semanas, 2 para ser exactos, venía recabando datos y versiones de algo que tenía en mente y que lo reconfirmé este torneo.
Cada vez se nota más que los jugadores tienen, en muchos casos, secuestrados a los equipos de futbol. Son ellos los que deciden si ganan o no, si se ven intensos o no, si dan el 100 o no.
Cuando los resultados van mal, los principales culpables son los entrenadores, o a veces los dirigentes, como en el caso de Chivas, América o Rayados. A los jugadores, con contadas excepciones, los tocan poco, siendo que ellos tienen en sus pies el control del destino. En ocasiones, y creo que coincidirán conmigo, pecan de descarados, vividores y sinvergüenzas, cambiando de actitud de un juego para otro.
“Si hubieras sido futbolista nos entenderías y no nos llamarías así”, me lo dijo hace días un jugador de Chivas, cuando hablamos del tema.
En este torneo ha sido muy notorio que tras los cambios de entrenadores la mayoría de los equipos han mejorado mucho en sus resultados y su futbol.
¿Puede un equipo mejorar y cambiar tanto cuando corren a un técnico y llega otro? Sí, pero con la ayuda de los futbolistas que no tienen reparo en demostrar su poco profesionalismo.
En estos días quise recabar opiniones de gente de futbol, obvio de mis Judas, para saber porqué de este fenómeno. A uno de ellos, con quien tengo más confianza, porque es mi Judas desde el 2009, le dije que son unos “descarados” y algunos hasta “vividores”.
“No generalices, hay de todo, pero sí”.
Chivas, América y Rayados son tres ejemplos en este torneo, bueno, y hasta Santos y Necaxa, de jugadores que tenían en el fondo al equipo con su ex entrenador y con el nuevo ya es otra la calidad.
“Es buen tema el que quieres tocar, pero con nosotros había motivos”, me dijo el Águila, cuando tenían 5 triunfos, 2 días antes de enfrentarse a Tigres.
“Santiago (Solari) era un mamón, insoportable que nos veía menos. Nunca hubo una gran relación, no se rebajaba a estar ni hablar con nosotros. Entiendo lo que quieres escribir, y es bueno, pero nosotros nos cansamos de tener a alguien que nos veía hacia abajo”.
—¿Entonces los jugadores sí tienen la cama?, con esto me lo confirmas.
“Pues claro, cabrón. Algunas veces; no es seguido, pero sí llega a pasar”.
Con Solari estaban en el lugar 18; con Tano están en el lugar 5, con 6 triunfos seguidos. Este es un claro ejemplo de que cuando los jugadores quieren, echan a un entrenador y ayudan a otro.
¿Habrá pasado eso en América? No me lo quiso decir, pero ustedes juzguen.
Miguel Ángel Arizpe
Twitter: @ArizpeMiguelZ