Al conmemorar el 107 Aniversario de la promulgación de nuestra Constitución, el Presidente López Obrador cierra su sexenio con 20 iniciativas legislativas y reformas constitucionales, con tambores de lucha, como inició su sexenio, conduce los esfuerzos, incansable y tenaz, para concretar la Cuarta Transformación. Mucho trabajo para los legisladores federales, de inicio para conocer el contenido y alcance de las Iniciativas, luego para valorarlas y decidir en consecuencia.
Son de calado profundo que dejarán huella para la historia de las demandas sociales. El espacio de este breve comentario apenas permite abrir algunas de las propuestas. Al exponerlas reivindicó el pensamiento de Morelos, para servir a la Nación: moderar la indigencia y la opulencia, para contener la desigualdad económica; que se eleve el salario del peón, para atenuar los efectos del maltrato a los trabajadores; para la educación de calidad, mejorar los salarios del magisterio, los planteles educativos, becas para estudiantes de todos los niveles que las requieran; que los tribunales defiendan al pobre de los abusos de quienes más tienen, considerando que el Poder Judicial deje de estar al servicio de intereses económicos; y para defender cambios logrados en este gobierno, entre otras.
Enfatiza desarrollar el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, para consultarlos en obras que puedan afectarlos; reafirmar la pensión de los adultos mayores, los discapacitados, que implican la reivindicación del respeto a la dignidad de esas comunidades y grupos vulnerables, congruente con la premisa reiterada: Primero los pobres. Impulsa garantizar otros derechos como la atención médica integral y gratuita a la población, la vivienda de los trabajadores, así como el mínimo del salario de maestros, policías, marinos, enfermeras, médicos, y otros servidores públicos comparativamente con, al menos, el mínimo que registren los trabajadores afiliados al IMSS.
De forma similar, que el aumento del salario mínimo sea superior al de la inflación, para proteger su poder adquisitivo. Protección al campesino por la vía del seguro y apoyos a la producción del campo; respeto a las zonas que padecen escasez de agua para solo autorizar aprovechamientos de uso doméstico; regulación novedosa de la minería; impedir el maltrato a los animales, entre otros.
Todas relevantes y para análisis, como la de promover un nuevo modelo de administración pública federal; la reducción de cargos de elección popular, como ya se logró en ayuntamientos del Estado de México; la vuelta al transporte de pasajeros por ferrocarril en el país, y otras más que comentaré en siguientes entregas. Que sean para bien de México.