Deportes

Vyaghrasana, la postura del tigre

La palabra Vyaghrasana contiene la raíz sánscrita Vyaghra, que traducida al español significa tigre. Esta postura recibe su nombre, por un lado, en honor del sabio Vyagrhapada; pada significa pie. El sabio Vyagrhapada era una figura mística que se decía que poseía los pies de un tigre y, se dice, fue contemporáneo de Patanjali, el autor de los Yoga Sutras; pero también se le llama así porque se asemeja a cómo estiran el cuerpo los tigres al despertar.

Al estirar y contraer la columna vertebral, esta posición afloja las articulaciones de la columna vertebral, los hombros, la cadera y las piernas y tonifica los nervios espinales. Además, cuando se practica Vyaghrasana se masajean los músculos inferiores, los órganos responsables de la digestión, eliminación y reproducción y se reduce el peso de caderas y muslos, por lo que es muy recomendada para las mujeres después del parto.

Esta es una gran postura para poner a prueba y mejorar el equilibrio, así como para estirar y abrir el pecho. Vyaghrasana estimula los chakras Svadisthana y Vishuddha. Svadisthana, también conocido como el chakra sexual, promueve la creatividad y ayuda a la auto-realización. Este chakra también se asocia con el bienestar, la abundancia y el placer. Vishuddha o el chakra de la garganta se asocia con el conocimiento y la comunicación que equilibrado, promueve la búsqueda de la verdad y la sabiduría.

Para algunos, la ferocidad de este animal podría contradecir el principio yóguico de ahimsa o no violencia, pero en realidad pueden complementarse. Como refiere Daniel Mesino editor e instructor de yoga, un santo llegó a un pueblo que vivía asolado por un tigre:

“El santo se encontró con la bestia y le instruyó en la práctica de ahimsa. Un año después, regresó al pueblo y descubrió que el tigre estaba a punto de morir. Flaco, cansado, todo el mundo se burlaba de él. Ya no inspiraba miedo ni respeto. El santo le preguntó qué había ocurrido y éste contestó: ‘¡Oh, maestro. Después de tu visita me establecí en la conciencia de ahimsa. Deje de rugir y acechar; desde entonces no he podido atrapar presa ni alimentarme. Estoy apunto de morir’. El santo reflexionó y respondió: ‘Amado mío. Si recuerdo bien mi instrucción, te sugerí establecerte en la conciencia de ahimsa. ¡Nunca te aconsejé que dejaras de ser tigre!”.

Armando la postura

Para ingresar a Vyaghrasana se comienza en posición de cuatro puntos o en la postura del gato donde las palmas están alineadas con los hombros y las rodillas alineadas con las caderas. Inhale, levante la cabeza y empuje el ombligo hacia abajo. Levante la pierna derecha del piso llevando el pie hacia la cabeza, para yoguis más experimentados se puede tomar el pie por arriba, con la mano. Permanezca en la postura durante unos segundos. Exhale, deje caer suavemente la barbilla y lleve la rodilla derecha por abajo hacia la frente. Mantenga la postura durante unos segundos antes de volver a colocar la pierna en la posición inicial. Repetir del otro lado. 

(Con información de yogapedia.com yogabasics.com y yoga.com.mx)

marien@caminoamarillo.net

@caminoamarillo7

Google news logo
Síguenos en
Marién Estrada
  • Marién Estrada
  • infocaminoamarillo7@gmail.com
  • Periodista egresada de la Universidad Iberoamericana, especializada en temas de cine y conciencia. Desde 2015 escribe la columna "Mente y Cuerpo Sanos" en Milenio Diario. Es autora de "Yoga en tiempos sociales".
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.