Mientras que el ser humano es un ente mamífero y, por tanto, una criatura social que necesita de los otros para desarrollarse, la facultad para sostenerse de manera independiente, es una capacidad que hay que cultivar para llegar a alcanzar una vida adulta y sana.
En la tradición yóguica, el término sánscrito de Niralamba que se traduce como independiente, autosuficiente, sin respaldo o solo; proviene de la raíz, nira, que significa sin o libre de, y lamba, que significa apoyo. La palabra Niralamba se emplea para describir versiones de posturas que no tienen apoyo y que promueven en la mente y la conciencia del practicante la fuerza para sostenerse de manera autónoma.
El término también es utilizado para describir una forma superior de samadhi, o estado iluminado de conciencia, en el que la mente ya no se sostiene a sí misma y se vuelve una con el yo superior. Además, el concepto da título al Niralamba Upanishad, “un antiguo texto hindú que afirma que todos los seres vivos y deidades son la misma realidad última que brahmán”.
Es por eso que esta semana te proponemos la versión de la conocida Bhujangasana, la postura de la Cobra, pero sin apoyo. Niralamba bhujangasana no tiene soporte, lo que significa que requiere que el yogui use solo la fuerza de los músculos centrales de abdomen y espalda, y no los brazos, las manos o los apoyos para mantener el equilibrio o mantener la postura. Con una práctica constante, apunta yogapedia.com, se desarrolla el equilibrio y la fuerza para mantener la postura más profundamente y durante lapsos prolongados.
A nivel físico, Niralamba bhujangasana alarga y fortalece el abdomen, los músculos de la columna vertebral y la propia columna, ayudando a corregir la postura y mejorar la digestión. En esta asana se ejerce presión sobre el abdomen, lo que aumenta el esfuerzo de la respiración, masajea los órganos internos y mejora la circulación.
Para armar la postura, inicia boca abajo. Inhala mientras contraes los músculos del abdomen y la espalda. Comienza a levantar la cabeza, los hombros, el pecho y el abdomen, manteniendo la columna vertebral alineada. Lleva los brazos hacia atrás de la espalda y entrelaza los dedos. Para salir de la postura, desata las manos y exhala bajando el cuerpo de nuevo a la posición inicial, con la frente ligeramente presionada contra el mat.
Marién Estrada
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