Nunca los llamados a la unidad dividieron tanto la lucha de los buenos contra los malos. Son los caminos retorcidos del diablo.
Este efecto negativo del llamado a la unidad solo se explica porque el malo controla al bien y lo único que tratan de esconder es la derrota que se avecina y de la cual Morena, PRD y PT son responsables.
En el Estado de México, ni Morena ni PRD ni el PT buscaron verdaderamente la unidad. Morena reivindicó el sectarismo, el PRD lo hizo de dientes para afuera y el PT la rompió, porque los de Atlacomulco no les dieron permiso.
Ante las enormes posibilidades de vencer al PRI en el Estado de México, ante la fatalidad de la derrota, se exponen de dos maneras: o como idiotas o como alfiles de los atlacomulcos que dicen combatir. Para ello Morena colocó a su más bajo perfil; PRD pretende ocultar la subordinación con un candidato mínimamente presentable “que crece” y PT optó por el descaro, garantizando entre los cuatro, que el PRI pusiera como opción ganadora al más débil de la familia, pero el más manejable.
El caso estratégico del Estado de México es una burla a la ciudadanía, a los electores, a las esperanzas y al llamado “cambio verdadero”. La oposición al PRI de Morena, PRD y PT es una farsa, un palerismo disfrazado de llamados tardíos a la unidad.
Para pavimentarle el camino a Del Mazo:
El líder de Morena se respaldó en el perfil más bajo y personajes siniestros pero leales a él y, desde siempre, al grupo Atlacomulco.
Los del PRD trabajaron desde el purismo ideológico, cuando se han caracterizado desde hace años por su pragmatismo y también subordinados como grupos a los atlacomulcos.
El PT que había firmado convenio con el PRD renunció misteriosamente a la alianza, ¿por prohibición de los atlacomulcos?
Y tanto ha sido el miedo de la familia dueña del Edomex, que hasta al candidato independiente Isidro Pastor le quitaron el registro porque podía restarle algunos votos a Alfredo del Mazo.
Es por ello que los llamados a la unidad solo buscan responsabilizar a otros de las consecuencias del divisionismo, dándole al PRI la posibilidad de ganar, estando en la posición más débil.
El PRI, a diferencia de sus adversarios dispersos que le tiran pedradas desde lejos, es el único que logra hacer un bloque de alianzas, un polo de ignominia, con el Verde, Nueva Alianza y Encuentro Social, mientras los buenos samaritanos aceptaron la exigencia del PRI y han ido divididos en lo que era necesaria una unidad elemental.
¿Se harán responsables Morena, PRD y PT de la derrota?
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@MarcoRascon