El Padre Gerardo Zatarain es el mayor influencer de La Laguna y nunca buscó un like en su vida, solo la palomita de Dios en su trayectoria.
Su sobrino David González Zatarain, editor de Milenio Diario Laguna en entrevista para Telediario Radio afirmó que su tío siempre sugirió a los feligreses: en presencia de Dios siempre haz el bien.
También escuchaba las confesiones "sin juicios" e influyó en seres humanos para encontrar su vocación en el servicio a los demás.
El mayor de sus legados fue dejarnos a todos los laguneros la vara muy alta: imitarlo para no juzgar, para orientar a los más jóvenes con el arrastre del ejemplo, para escuchar a quien pasa por problemas, para servir a quien no tiene hogar, ni país.
El Padre Rafa fue de esos jóvenes de la iglesia de San Juanito que tras escuchar al Padre Zatarain ingresó a las filas del seminario para luego servir a los migrantes, los más olvidados por el mundo.
De eso se trata la real influencia y no aquella que busca monetizar o hacer negocio para narcos lavando dinero a través de las redes.
Pero otra vez, es complicado no caer en los juicios, como pedía el padre Zata, para los cuates del barrio.
Otro gran detalle de su vida sacerdotal. El amor. Amor por el primer círculo, su familia, amor por su mascota, con la que oficiaba Misa sentada en su regazo, porque estaba malita y nadie podía cuidarla y amor por el semejante, a quien escuchó, aconsejó y orientó.
Esa y no otra, es la verdadera influencia, sin tantas redes, sin tantos likes.
