Seis meses y cuatro días. Ese es el tiempo que transcurrirá entre el día en que los jaliscienses votaron para elegir gobernador, y la fecha en la que el ganador, Pablo Lemus, tomará posesión. Seis meses y cuatro días.
No sé a Usted, pero a mí me parece muchísimo tiempo. Es literalmente medio año. Son 187 días en los que el ganador de una tendrá tiempo de trabajar mucho, tomar vacaciones, volver a trabajar, y ver pasar el tiempo y sus consecuencias sin poder hacer mucho para el estado. Son seis meses de estar como espectador.
Por supuesto que Pablo Lemus está disfrutando unas vacaciones. Hacer campaña es un desgaste enorme para cualquier candidato. Pero eso de que aprovechará el tiempo para preparar su gobierno (como me han dicho algunos) me suena a falacia.
Se supone que cualquier candidato de cualquier partido hace campaña al gobierno con un proyecto en la mano para Jalisco. Y en cada evento, mitin o acto público presenta sus propuestas a futuro. ¿Entonces para qué esperar seis meses?
Tampoco me convencen quienes dicen que debe preparar a su equipo de trabajo. No creo que se necesiten seis meses. Apostaría a que quien hace campaña como candidato a gobernador aprovecha sus ratos libres para ir pensando, o anotando, a quiénes quiere como compañeros, y en qué cargo colocarlos. ¿O alguien piensa que no lo tiene pensado? Y menos cuando vienen de una alcaldía, como es Guadalajara. El funcionario tapatío de los dineros se irá a manejar el dinero estatal. El de seguridad se irá al mismo tema, pero en nivel macro. Y el de obras públicas lo mismo. Y así, y así. No se necesitan seis meses para armar un equipo ya existente.
Cuando se cambiaron las fechas de la elección a junio, se debió haber recortado también el periodo de un gobierno, y con ello ajustarlo para evitar estos largos espacios. Y lo mismo aplica para el gobierno federal, aunque la presidenta electa tendrá apenasmás de cuantro meses antes de rendir protesta.
A muchos no les gusta el símil, pero es como contratar al directivo de una empresa, y decirle que comenzará a trabajar dentro de seis meses. Pues no. No estamos para perder el tiempo.