Llegó la hora cero para Marcelo Ebrard. Como él mismo lo anunció, será este lunes cuando el ex secretario de Relaciones Exteriores de México se reúna con sus seguidores y, en una asamblea, decidan cuál será su futuro.
Pero la verdad es que Ebrard Casaubón y sus simpatizantes ya no tienen mucho margen de maniobra, sobre todo porque la ex corcholata vaticinó que irá en la boleta electoral de 2024 de cualquier forma.
De entrada se descarta la candidatura independiente, pues el pasado viernes se cerró el plazo para solicitar registro ante el INE, y Ebrard no lo pidió.
Lo que le queda entonces a Ebrard son dos opciones. Una es armar tremendo reclamo dentro de su todavía partido, y con ello obligar a que se repusiera el proceso de selección de candidato, o que Claudia Sheinbaum renunciara por presiones, algo que no va a ocurrir.
La segunda opción es la más viable: convertirse en candidato presidencial por Movimiento Ciudadano.
Marcelo ya fue militante de MC, aunque en el tiempo que el partido se llamaba Convergencia. Desde entonces Ebrard mantiene una buena relación con Dante Delgado, coordinador nacional del partido. Ambos se reunieron el jueves pasado y suena fuerte la versión de que habrá un acuerdo entre ellos.
Siendo así el panorama, será cuestión de horas para que Ebrard anuncie su salida de Morena, y su incorporación a MC, ya sea de mera directa, o por medio de una agrupación política que le preste el nombre, para convertirse en el tercero en discordia en la boleta presidencial.
La presunta nominación de Ebrard alterará de fondo el panorama político para 2024. Hasta ayer todo giraba en torno a dos mujeres en la boleta, y la presunción de una más por parte de MC (Patricia Mercado). Pero descompuesto el ambiente dentro de Morena, la ruptura de Marcelo puede convertir una elección entre dos, en una elección a tercios, siendo el exsecretario quien robará votos a las dos mujeres.
El tema para los siguientes meses de análisis político será quién gana y quién pierde más con esta jugada. Salvo que al final lo de Ebrard sea un mero amague.