Ya el mes de agosto empezó a correr y las vacaciones de verano siguen su curso rumbo al final de las mismas.
Pero lo más triste no es que terminen los días de asueto para niños y jóvenes, sino los gastos que se vienen para los padres de familia, quienes saben que no tienen más remedio que tomar al toro por los cuernos.
Hubo muchas familias que han podido darse el gusto de salir de la región lagunera a vacacionar a alguna playa, así como a los parques que hay en Monterrey.
Otros más cruzaron las fronteras y se fueron a pasear a los Estados Unidos y algunos más a la Ciudad de México.
Pero otros, saben que si solamente tienen dos opciones, la disfrutar las vacaciones en grande y gastarse los ahorros, o bien, comprar los útiles escolares para el regreso a clases, así como las colegiaturas.
Son muchos los gastos, los precios están por las nubes y hay papás que han preferido viajar a la capital del país, a México, para comprar todo lo necesario para los pequeños, así como para los jóvenes, ya que hay mucha diferencia entre los precios de una ciudad a otra.
Se dice que algunos papás se han reunido, están sacando las listas de útiles, de libros, para que sean dos o tres los que viajen a la capital, realizar las compras, mandar los cuadernos, libros, plumas, lápices, colores, juegos geométricos, así como borradores, pegamentos y todo lo que en las escuelas les están pidiendo a sus hijos, para luego acudir a una paquetería, de esas que hay en el mismo primer cuadro de la Ciudad de México y enviarlos a Torreón, ya que saben que así se ahorrarán muchos pesos y habrá jefes de familia contentos.
Para los estudiantes es la mejor época, no tienen presión, saben que se pueden despertar con la fresca de la una de la tarde, que pueden salir a jugar con sus amigos, que no tendrán que hacer tareas o enfrentar el día a día con sus maestros, pero para los papás, es tronarse los dedos, es sufrir y en cero, es hacer mucho con poco dinero y tratar de que rinda no solamente para los útiles escolares, para las colegiaturas, sino también para los uniformes, zapatos y tenis, así como el guardadito para darles a los hijos para que tengan para gastar en sus recreos.
Walter.juarez@milenio.com