Como se van acercando las fiestas navideñas y además el pago de los aguinaldos, el humor de los laguneros empieza a cambiar, por lo que por todos lados se ven rostros iluminados de sonrisas, además, ya muchos no se han detenido para expresar sus buenos deseos para esta Navidad y no se diga para el año 2026 que se encuentra a la vuelta de la esquina.
Los jóvenes, esperan salir de vacaciones de sus preparatorias o universidades, ya que son quienes le dan gusto a las preposadas y posadas.
Pero también aquellos que trabajan en diferentes empresas y quienes no pierden el tiempo, por lo que piden la coperacha para rentar un salón, mandar pedir unas taquizas o comprar todo lo necesario para una carnita asada.
Pero además para comprar las cheves o el vino que se habrá de tomar ya que ese no puede faltar en la época navideña.
Se ven caras sonrientes en cualquier lugar, principalmente en los centros comerciales o en los malls, ya que con dinero de los aguinaldos en los bolsillos, es el momento para comprar los regalos a la esposa, a los papás, a todos los familiares y asimismo, comprarle los juguetes que Santa Clós habrá de dar a los pequeñitos la madrugada del 25 de diciembre.
Muchas familias saben que el tiempo se ha venido encima, por lo que ya están adquiriendo lo mismo en las tiendas comerciales que en los diferentes mercados, entre ellos el de la Alianza, Abastos y Abastitos, como le dicen al que se encuentra frente a la Central de Autobuses desde las hojas para los tamales, el maíz para los pozoles, todos los ingredientes para los pavos, piernas, costillas o chamorros.
Pero no solamente en Torreón, las compras se están llevando a cabo en todos los municipios de La Laguna tanto de Durango como de Coahuila, en donde no faltan aquellos que saben que la carne para asar subirá de precio y también con dinero en la bolsa, es el momento de comprar las cheves, el clamato, los refrescos de diferente sabor y aquellos que combinan con los brandys, whiskys y tequilas, entre muchos otros vinos.
Son muchos los gastos que se vienen, pero los momentos de felicidad nadie los puede borrar, por lo que más vale deber unos cuantos pesos en las tarjetas y pasar tanto una Navidad como un Año Nuevo en grande con familiares, compares, amigos y colados.
Walter.juarez@milenio.com
