Fernando Turner, el miércoles: "La intervención del gobierno de Corea fue contraproducente... no son muy diplomáticos que digamos y México es un país que no se deja... les falta mucha mano izquierda y no tiene que ver con la cultura, sino que tiene mucho que ver con la educación".
Y después de que los coreanos mostraron su preocupación en materia de seguridad, el secretario de Desarrollo Económico les recomendó cuidarse y comportarse adecuadamente para no tener problemas: "No andes donde no se debe, come lo que tengas que comer y bebe la cantidad que tengas que beber, anda con las compañías que tengas que andar", señaló. Luego tuvo la cortesía de decir que eso valía para todos.
Más allá de que Turner estará buscando sin duda un puesto en la alta diplomacia mexicana (seguramente le tira a la SRE), lo que de momento podemos concluir es que las negociaciones con Kia siguen más que atoradas. Y la planta de Pesquería está a punto de ser puesta en marcha.
Ildefonso Guajardo, ayer: "Debemos respetar al gobierno coreano... me permito diferir de mi amigo Fernando Turner, pues es responsabilidad de los gobiernos apoyar a sus inversionistas en el extranjero". "No menospreciemos lo que pasa... varias empresas de autopartes han decidido mejor instalarse en Coahuila".
En el foro del IMEF, el secretario de Economía recordó lo que le había dicho a su homólogo coreano, en Washington: si quieres que el Gobierno Federal se siente en la mesa de diálogo "dile al presidente de Kia que considere una reducción en el plan de incentivos".
Tuvo, además, un toque para cada uno: "Kia se equivocó al no acercarse primero con el Gobierno Federal". También para el gobierno de Medina: "Yo hice observaciones respecto del plan de incentivos, porque no era aceptable... claramente dije que no era aceptable... me di cuenta de que no me hicieron caso".
O sea, hay errores de todos. ¿Será que Guajardo construye una base de legitimidad para ponerse en el centro, ablandar la negociación y hacer la última lucha? Ojalá.
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