Y nadie nos dice qué hacer.
Aunque el doctor Manuel de la O se ha distinguido por ser el que mejor ha manejado la pandemia, por las asesorías que tiene de infectólogos, inmunólogos, epidemiólogos; y como él se deja aconsejar, Nuevo León tiene un índice de letalidad menor que todos los estados. Sin embargo, como siempre, se complica el tema de la economía con la salud y ahora hay que empezar a abrir los diversos sectores productivos, e inicia el conflicto moral entre dejarlos abrir o cerrarlos, con la consiguiente crisis financiera.
En todas los países del mundo, que yo he revisado, cuando abrieron hubo un pico para arriba, que nos indica que todavía está vivo este virus, hasta que no llegue la vacuna y que nos señala lo que todo el mundo ya sabe: que las cifras de México no son reales.
Mi dolor es ver a la gente morir por falta de insumos, por la epidemia y por el incremento de la soberbia, que es muy mala consejera. Ojalá, al menos en Nuevo León, hagamos las cosas como ahora: bien, porque este virus es lo peor que hemos encontrado.
Descartes: Pienso, luego existo… En salud no hay alternativas: o te cuidas o te mueres.
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