La concordia nacional es el supremo valor.
El presidente de Francia Emmanuel Macron es un joven preparado en las áreas de filosofía, sociología, economía y administración pública, y está al tanto de los avances científicos y tecnológicos. Su capacidad es manifiesta y su respuesta a los problemas parece ser muy racional y sensible.
AMLO es un enamorado de la historia de México y proviene de capas sociales humildes, y su formación como economista o abogado no es muy buena, pero tiene un gran carisma político y así gobierna nuestro país.
Macron cedió ante las presiones de los chalecos amarillos, que con manifestaciones masivas paralizaron la ciudad de París e hicieron despertar al presidente de su proyecto de subir el precio de los energéticos, incluyendo la gasolina y otros impuestos, para salvaguardar la economía y favorecer la compra de automóviles que no consuman gasolina y no contaminen.
Ojalá AMLO siguiera este ejemplo en relación al Aeropuerto Internacional cancelado, que tanto desprestigio nos ha producido. Otras alternativas, como la IP, pueden resolver este problema, favoreciendo así la concordia económica y social de México.
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