Las noticias sobre nuevas aplicaciones o mejoras sensibles en lo que hace algunos meses era una gran descubrimiento, se vuelven cada vez más frecuentes: hace unas semanas comentábamos que una de las desventajas de los automóviles eléctricos era el hecho de que recargar sus baterías requiere mucho tiempo comparado con el tiempo que se requiere para llenar un tanque con gasolina o diésel.
Pues bien, la compañía Desten de origen alemán y establecida en Hong Kong, China, recientemente anunció el lanzamiento al mercado de sus baterías de alto rendimiento, que son capaces de alcanzar el 80% de carga en tan solo 4.4 minutos.
Además estas revolucionarias baterías también son mucho más eficientes en términos de temperatura al cargarse, ya que la temperatura de carga solo alcanza los 17.5º C; también tienen menor peso por unidad y una duración de vida de 3 mil ciclos, lo que equivale que estas baterías duran en un automóvil, alrededor de 1 millón 200 mil kilómetros de uso continuo.
Esta nueva opción viene a revolucionar nuevamente el mundo no solo del transporte y vehículos eléctricos, sino de todo el sector energético, ya que estas baterías no solo pueden ser usadas en la industria automotriz, también pueden usarse para almacenamiento masivo en casas, industrias, hospitales, etc.
El descubrimiento de nuevos metales y aleaciones están haciendo posible optimizar el rendimiento de las baterías que tradicionalmente conocemos.
Las aplicaciones son ilimitadas y nos permiten esperar que sirvan para mejorar aún más las alternativas para una mayor electrificación de todos los sectores.
Otro aspecto importantísimo de estas baterías es su costo; como mencionamos, nuevos metales y nuevas aleaciones también están permitiendo bajar los costos de producción y, lo más importante aún: al reducir tan significativamente el tiempo de recarga, también los costos de todo el proceso de carga se disminuyen, desde el consumo de energía, hasta los cargadores y la infraestructura periférica.
En los siguientes cinco años veremos esta tecnología desarrollarse en forma exponencial y reducir sus costos muy sensiblemente.
Hace apenas cinco años decíamos que la energía fotovoltaica era todavía muy cara comparada con el precio de generación hidroeléctrica o a través de gas natural; hoy, es la generación eléctrica más barata del mundo.
El mercado de las baterías de alto desempeño apenas comienza a mostrarnos su potencial. _
