La relación respetuosa se puede hacer. Al que trataron mal en tiempos pasados, que sufrió hasta la muerte pero luego resucitó, a
Él podemos traerlo como referencia del equipo Santos.
Diferentes situaciones incómodas ya le sucedieron al equipo dirigido por Ignacio Ambriz.
Repasar cada calamidad puede ser poco apropiado pero se puede resumir que es el lugar 12 y con serias dificultades para terminar entre los diez primeros.
Hay mucho tráfico.
Entonces, lo que más se le aplicaría es resucitar como al fin le aconteció al personaje central de estos días santos.
Resucitar significa ya no perder, ganarle a los equipos que visitará, Ciudad Juárez y Necaxa, y darnos una sorpresa ante América y Pachuca.
Luego, esperar a que a los otros les acompañe cierto mal. No es fácil la obra.
Obtener diez puntos de los quince restantes es casi obligado pero como no ha ofrecido esa conducta la esperanza se detiene.
En varios lapsos del torneo dejó de hacer lo elemental por lo cual hoy se le juzga y se le solicita un drástico cambio.
No hay duda de que tienen fija la idea de mejorar de manera sensible; aquí no hay problema.
Lo complicado radica en tener que lograr esa compleja tarea.
Se le comprende en estas instancias de días santos porque los sufrimientos ya pasaron pero dejaron secuelas incómodas.
Si al “tercer día resucitó” aquí se espera aplicar aunque la incredulidad prevalezca.
¿Alguien con autoridad se atreverá a dar la buena nueva?