El Oviedo tampoco pudo ascender. Esto alentó a varios pero puso molestos a otros.
Los intentos empresariales mejicanos por conquistar parte de España se abrieron como otra novedad.
Pusieron en la palestra a sus pioneros, alcanzaron méritos y hasta hicieron temblar a parte de la Iberia antigua que pueden ser capaces de no permitir una colonización pero ahora de aquí para allá; al revés.
El Club Santos tiene todo el derecho de estar orgulloso de su cantera y de sus procesos pues en la actual Selección Mexicana Mayor militan cinco jugadores producidos en La Laguna.
Ellos son: Julio González, Carlos Acevedo, Uriel Antuna, Gerardo Arteaga y Jorge Sánchez. No es cosa menor porque además tres de ellos son titulares.
Desgraciadamente el dato anterior no aporta puntos a la tabla general del torneo mexicano que es lo más importante pero al menos distingue el trabajo arduo de las Fuerzas Básicas.
Sabemos que esta función es uno de los pilares del club lagunero y se detecta que se esmeran por apostarle a esta ardua labor, en ocasiones hasta ingrata.
Concacaf no está desentonando en la Copa América. La invitaron para rellenar el calendario, para convocar a más peregrinos, entusiasmar lo que para los del Sur ya se había convertido en algo entre tradicional y estancado.
Se les ocurrió traer nuevas banderas y con ellas a otro tipo de gente para que viajen, genere colorido, intente competir, gasten dólares y provoquen entusiasmo que a la postre es lo que más importa.
No importa quién gane la Copa América porque ya provocó que caras nuevas le pongan atención.