¡Oh! Mi barrio tan cercano.
¡Oh! Mi barrio tan dador…
Lleva el espíritu hospitalario
por el santo Juan de Dios.
Los frailes juaninos llegaron un día
a predicar la palabra a quien los oía,
también acercaron buen alimento
los leoneses miraron aquel gran contento.
Fray Alonso de Pérez prior que los guía,
al amparo de Cosme y Damián, ¡santoría!
Los monjes ufanos lograron feliz gestación
fundaron de nuevo local de hospitalización.
1620, Villa de San Diego de León, día de Pentecostés,
un siglo ferviente para el abajeño leonés.
Laureles nacientes, monasterio, templo bordado,
«Hospital del Espíritu Santo», así denominado.
Límite de la traza, otros solares vendrán,
calles nacientes, más gente, «Barrio de Abajo», dirán.
Contrapuesto al de Mulatos, el «De Arriba»,
con su milagroso Cristo allá, y acá, el santo que derriba:
San Rafael el Patrono, fiesta en octubre 24,
la comida, los rebozos, las peleas de gallos, el curato.
Vecindades socorridas: La de Guadalupe; La Concha;
Ciudad Perdida; otras más.
Las Maicitas con su pan y don Marcos con su nieve
y el Catrín, arraigándose a la fuente, en su penar.
¡Oh! Mi barrio tan cercano.
¡Oh! Mi barrio tan dador…
Yo te canto hospitalariamente
por el santo Juan de Dios.
León, México 19 de marzo de 2020
21:50 hs. Entrada de la primavera.
* POETA LEONÉS. EDITOR FUNDADOR DE GRUPO OCHOCIENTOS Y ACTUAL DIRECTOR DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS LITERARIOS DE LEÓN (CIEL-LEÓN).
