La semana pasada, Alejandro Rojas Díaz Durán afirmó que el puntero de las encuestas, rumbo a la sucesión de 2022, era Rodolfo González Valderrama, manifestándole su apoyo y solicitando a la nomenclatura guinda, altura de miras para aceptar la nueva realidad.
Dijo el suplente del senador Ricardo Monreal Ávila, que González Valderrama está 15 puntos arriba de, quiero suponer, Américo Villarreal Anaya, quien ha sido el puntero de las encuestas serias, no de las fake polls, provocando incredulidad entre la ciudadanía y malestar entre el obradorismo cuerudo.
Incredulidad, porque los datos duros demuestran que Villarreal Anaya, sigue al frente de las preferencias electorales en Tamaulipas.
La encuesta de octubre realizada por “Enkoll”, una empresa seria y acertada, otorga una preferencia del 30% al senador, entre los aspirantes de Morena, superando por 22 puntos el 8% que recibe González Valderrama.
Es decir, para que Rodolfo esté 15 puntos arriba de sus correligionarios, como dice Rojas Díaz Durán, significa que, o Villarreal Anaya cometió un gazapo monumental, para perder la holgada ventaja que tiene, o bien, estamos ante un milagro divino que contradice al Evangelio de la demoscopia.
Tomando en cuenta el cuidado y la seriedad con la que se mueve el senador, lo primero no ha sucedido, mientras que lo segundo, rebasa la frontera de la razón y nos coloca ante un acto de fe guadalupana.
Viene a cuento lo anterior, porque una imagen de rostros sonrientes, circuló por los chats de Tamaulipas, llevando una respuesta contundente de unidad, al exhorto excluyente que realizó el suplente del senador Monreal.
Carmen Lilia Cantúrosas, José Ramón Gómez Leal, Adriana Rodríguez, Olga Juliana Elizondo, Héctor Villegas, Eduardo Gattas, Erasmo González, Olga Sosa Ruíz y Armando Martínez Manríquez, liderazgos regionales que aportan el 90% de los votos de Morena, cerraron filas para compartir la mesa, con el senador Américo Villarreal Anaya.
Así, mientras Rodolfo corretea la camioneta del Presidente López Obrador, una fotografía de antología nos dice en dónde está la fuerza del obradorismo, y por dónde anda la pichada de Palacio Nacional en Tamaulipas.
