Cada quien gasta su aguinaldo –si es que lo tiene- en lo que le da la gana –y es un derecho inalienable-, pero regalar libros o comprar libros para uno mismo siempre será una alternativa que alimenta al intelecto y propicia el ocio creativo; o al menos eso pienso yo. El caso es que me rondan las preguntas ajenas acerca de algunas recomendaciones infalibles tanto para quedar bien con algún lector exigente como para satisfacer las exigencias personales más estrictas.
Probablemente no serán títulos que se localicen al frente de las mesas de novedades y por ello requieran un esfuerzo adicional de parte de todo cazador libresco que se respete. Por aquí desfila una buena pandilla de excéntricos que hacen de la literatura una aventura excitante y no apta para pusilánimes; esos que se queden cantando la letanía. Sin duda que esta selección va bien cargada de peso literario y arrojo; nada de pasatiempos ñoños.
Mariana Enriquez
Este es el mar
Ed. Literatura Random House
La entrega más reciente de una autora que sabe ser oscura e implacable. Ahora aparca el cuento y se atreve con una novela en la que lo siniestro se cruza con la cultura rock. “Ritos de pasaje, adolescentes fanatizadas con estrellas de rock, inframundos donde conviven seres que han complotado para que Kurt Cobain, Sid Vicious y Jim Morrison mueran repentinamente y pasen a la historia... En Éste es el mar, Mariana Enriquez alcanza una nueva forma de escritura, hurga en lo macabro, atraviesa el universo de lo desconocido y lo monstruoso para posicionarse en un territorio poco explorado de la literatura argentina. Su prosa es tan adictiva como sombría e inquietante”.
Haremos bien en creerle a otro escritor brillante, Dave Eggers: “Su ficción nos impacta con la fuerza de un tren de mercancías”.
The Justified Ancients of Mu Mu
2023
Ed. Malpaso
Bill Drummond y Jimmy Cauty fueron conocidos como The KLF y se encumbraron hasta lo más alto de la música electrónica global. Luego decidieron desaparecer, no sin anunciar que volverían 23 años después para quemar un millón de libras y organizar un encuentro cultural filmado. Sus desplantes parecen acciones situacionistas o jugadas de arte conceptual. Y para redondear aquello deciden presentar una primera novela, de la que se dice que: “no admite clasificaciones, si acaso es un drama costumbrista rayando en lo utópico, ambientado en un futuro no muy lejano, pero concebido y dictado en un pasado cercano… 2023 retrata un mundo que resulta familiar por su pavorosa proximidad y por cuanto tiene, a su vez, de tributo al Orwell más distópico”.
Rodrigo Fresán
La parte soñada
Ed. Literatura Random House
Radicado en Barcelona, el argentino posee una obra extensa y fascinante muy ligada tanto a la cultura británica como al doloroso pasado de su país. Pero en la exploración de la mente de sus protagonistas ha tenido importantes aciertos. Ahora edita la segunda parte de lo que será una trilogía que comenzó con La parte inventada; en esta entrega el autor de Vidas de santos, Mantra y Jardines de Kensington: “busca respuestas acerca de aquella parte explorando las visiones vigilantes de alguien cansado de perseguir la interpretación de su vida sonámbula y de esperar a que su obra en trance recupere el sentido”.
Pero entonces la trama se extiende y cobra amplitud y densidad a través un mosaico poco común: “Una misteriosa fundación que se dedica a la preservación de los cada vez más escasos y valiosos sueños, una terrorista psycho-lírico-fotofóbica, una canción de cuna eléctrica y mercurial, tres hermanas lunáticas (y un hermano eclipsado) escribiendo desde el lado oscuro de las más profundas y borrascosas cumbres del espacio, una reclusa alucinada y una familia alucinante, un genio adicto a las mariposas y un agente del FBI adicto a ese genio, un tío ácido y lisérgico y unos padres modelos pero nada modélicos, una revolucionaria puesta en escena de Shakespeare para hijos de guerrilleros-chic, una ciudad de librerías insomnes, y un escritor que tal vez sea centenario. O no”.
Nickolas Butler
El corazón de los hombres
Ed. Libros del Asteroride
Si con Canciones de amor a quemarropa –que parecía tener al músico detrás de Bon Iver como protagonista- nos puso de su lado, el de Pensilvania vuelve con una historia no exenta de nostalgia: “Verano de 1962. Nelson, un chico de trece años, es el corneta de un campamento de boy scouts. Sus medallas, su habilidad para encender el fuego y el celo con el que desempeña sus tareas no son la mejor manera de ganarse amigos. Solo Jonathan, el chico más popular del campamento, le presta un poco de atención: es el único que se acuerda de su cumpleaños y el único que lo defiende de los abusones. Jonathan y Nelson no lo saben todavía pero en su infancia forjarán una amistad que resistirá el paso del tiempo y que les ayudará a soportar los golpes que la vida tiene reservados para ellos”.
Mariana Enriquez
Las cosas que perdimos en el fuego
Ed. Anagrama
Este año la argentina acaparó la atención mediática y los elogios de los colegas; se le considera una relevante exponente del cuento, como estableció con Los peligros de fumar en la cama. También ha probado con el ensayo, la biografía, y por supuesto, la novela, pero con su colección más reciente de cuentos obtuvo el Premio Ciutat de Barcelona.
La destacada escritora y periodista Leila Guerriero apuntó: “El terror, en los cuentos de Mariana Enriquez, se desliza como un jadeo de agua negra sobre baldosas al sol. Como algo imposible que, sin embargo, podría suceder”. De este modo: “con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza. Las autodenominadas “mujeres ardientes”, que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que sólo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados... En estos doce cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado”.
Emma Jane Unsworth
Animales
Ed. Malpaso
En 2015 esta novela encantó a la prensa británica por su humor tan guarro, despatarrado –tan inglés-. Columnista de la combativa revista británica Big Issue acomete ahora con la traducción de una historia acerca de dos amigas a las que les encanta beber, hablar de pendejadas y que tienen un pánico enorme ante el mundo adulto (todavía en la treintena).
En Animales –situada en Manchester-: “Laura y Tyler han vivido a tope su década de los veinte en un torbellino de fiestas que nunca se terminaban, una querencia por las drogas que ha ido de las ganas de experimentar con cierta cautela a colocarse con entrega absoluta. Han sido las mejores amigas, compañeras de excesos durante diez años. Sin embargo, las cosas están cambiando. Laura se ha comprometido con Jim y quiere dejar atrás las juergas desmedidas; pero Tyler no está de acuerdo… Una novela cruda e hilarante para una generación atrapada entre una adolescencia tardía y la edad adulta”.
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