“Repensar la modernidad es entender que hay una gran trastienda repleta de imágenes y conceptos –viejos, obsoletos, arrojados- que aguardan, y acechan a cada instante, para salir a zarpazos y colocarse de nueva cuenta en la mira… todo debido a la nostalgia”, así comienza La estética de la bastardía, uno de los componentes de la reciente compilación de ensayos que ha publicado una mujer que también es una extraordinaria poeta.
Acercarse a “La rebelión (o mirar el mundo hasta pulverizarse los ojos)”, editado por La Universidad Autónoma de Nuevo León, es confirmar la capacidad que tiene esta artista para visualizar el futuro del arte y la vida diaria a través de la observación y degustación de los pequeños detalles y los intersticios de las cosas. Es por ello que incluso puede hacer un elogio del ocio y una evocación de las bondades de estar en cama, que detonan momentos de reposo y aparente inacción pero que también propician la creación posterior.
A través de los últimos años, Cerón ha conseguido nuevo público para la poesía y ampliado sus mismos límites –a partir especialmente del uso de la tecnología y la concepción de arriesgadas puestas en escena cercanas a la experimentación y el spoken word-. Ahora se propuso intentar lo mismo con el ensayo –un reto nada sencillo- a partir de afiliarse a la corriente británica, mucho más personal y alimentada a partir de la experiencia. Una vez más apuesta por ir más allá del corsé establecido por la academia. Sería difícil no pensar en ello cuando existe un texto llamado “El mundo en un sobaco”, que contrasta con el tenor de “Poesía e interdisciplina”, la pieza que cierra el libro, y en la que se explicita: “La interdisciplina es una forma de experimentación del universo, en la cual las fronteras de los medios son desestructuradas y reconstruidas a partir del encuentro o el choque de los discursos. Es la creación de un paisaje complejo, en donde, a partir de la interacción de los distintos lenguajes creativos, se genera una red de relaciones dinámicas en la cual se crea un objeto de arte en donde todas sus partes son fundamentales y necesarias”.
Rocío es una artista que no deja de sorprender, ya sea participando en un disco tan atípico como “Urbe probeta” (2003) o a través de sus publicaciones; de hecho, también tiene otro libro nuevo, “Borealis”, que es descrito como: “poesía sobre el mundo, los pliegues y fisuras que hablan sobre la soledad, el dolor, la supervivencia y la suspensión de la belleza”.
Aprovecho la cercanía con Rubén Gil –uno de sus actuales colaboradores más cercanos- para enriquecer el perfil de una creadora en verdad trascendente: “Con respecto al trabajo de Rocío Cerón, creo que es muy pertinente de acuerdo a la época en la que nos encontramos, no sólo por su capacidad de amalgamación intermedial, sino por la construcción escrita de su poesía, la cual me parece interesante por la amplitud de referencias que hace al arte, la música y esa especie de geografía autorreferencial generada en sus textos, evidenciando el nutrimiento de sus días/poemas de manera amplia, diversa, pero nunca fragmentada o rota”.
“La Rebelión” habrá efectivamente de ganar lectores en la medida que su naturaleza ecléctica le permite revisar tanto a un pintor figurativo como Lucian Freud, que no es sencillo que encaje en el panorama contemporáneo –tan dominado por lo conceptual- y luego saltar hasta un sitio tan típico del underground capitalino, como lo es El Jacalito, para disertar acerca de la importancia de la rocola y las tendencias selectivas de los asiduos visitantes.
Tras la llegada de este par de libros no tarda la presentación de “Transmedia Shakespeare” (apoyada por el British Council). Se trata de una transcreación poética, interdisciplinar y multimedia, donde tres poetas del Reino Unido y tres poetas de México dan una nueva mirada a los sonetos de amor de Shakespeare.
El montaje se presentará en el mes de octubre en distintas sedes (CDMX y Acapulco) con la participación de Gaspar Orozco (Mx), Feli Dávalos (Mx), Daljit Negrit (Reino Unido), Rocío Cerón (Mx), poetas; Abraham Chavelas (Acapulco), arte sonoro, Rubén Gil (Pachuca), cine en vivo y Nuri R. Melgarejo (Puebla), arte digital.
El proyecto contempla también el lanzamiento de un CD con las piezas multimediales creadas a partir de cinco sonetos de Shakespeare, con ello se pretende acercar al público joven a escuchar poesía y acercarse al arte contemporáneo. El disco incluirá un cuadenillo con los textos de los poetas, con sus traducciones al español y viceversa. A la par se lanzarán en redes sociales distintos gifs e imágenes con poemas de Shakespeare y de los poetas seleccionados, los cuales se estarán difundiendo en las redes sociales de distintas organizaciones: British Council, Más música Menos balas y EBLCielo Abierto.
Pero regresando al libro que motiva esta entrega, para la crítica Jessica Nieto: “Cerón, quien, como sabemos, se ha dedicado a desmenuzar la escritura, desmesurar el lenguaje y descontextualizarlo para delegar sus posibilidades, entiende el ensayo como un medio para rebelar los vínculos discursivos entre cosas que aparentemente no tienen relación entre sí”. Logra plasmar la multiplicidad y el vértigo de los tiempos que corren.
La autora de obras tan relevantes como “Basalto” (2002), Premio Nacional de Poesía Gilberto Owen 2000 y “Diorama”, publicada en varios países entre 2012 y 2014, sigue en trayectoria ascendente y ha tenido además las sensibilidad para elegir colaborados que proceden de la provincia –todo un acierto-. Es por ello que cierro con otra opinión de Rubén Gil, un artista muy involucrado con las expresiones de vanguardia: “Ahora, por otro lado, cuando he tenido oportunidad de trabajar con ella o cuando me he encontrado como espectador de su trabajo en escenario, me resulta evidente su capacidad para construir espacios temporales multidisciplinares en los que el performance alimentado por el sonido, la imagen, la corporalidad se vuelven ampliaciones dinámicas de la palabra en uso, del lenguaje vivo”.
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