La inflación es el aumento general y sostenido de los precios de los bienes y servicios que en una economía durante un periodo determinado. Ese periodo usualmente es de un año, pero en México se mide mensual y quincenal, aunque en ciertos productos puede ser semanal.
En otras palabras, la inflación es la pérdida de poder adquisitivo que tiene una moneda para la adquisición de bienes y servicios, ya que lo que comprábamos por ejemplo con $100 el mes pasado, es posible que no lo podamos seguir comprando en este mes porque los precios han cambiado bien sea a la alza o bien a la baja y de esta manera podemos comprar menos o más productos o servicios, respectivamente.
A una baja en los precios se le conoce como deflación y esta puede presentarse en productos de temporada o por la abundancia de bienes que superan a la demanda de los mismos. En sentido contrario, el alza de precios se da porque la oferta de productos y servicios es menos que la demanda de ellos y, consecuentemente, se produce escasez y esta se traduce en que el consumidor tiene que pagar más por productos no presentes en los anaqueles cuando se necesitan.
Este indicador generalmente era un flagelo para nuestra economía ya que debemos recordar que en el sexenio completo de Miguel De la Madrid se tuvo la tasa de inflación acumulada más alta de la historia recuente ya que alcanzó 3,632%, con promedios mensuales de 5.23% que supera a la inflación anual de las últimas tres administraciones. Sin embargo, desde Vicente Fox hasta la fecha, la inflación ha estado muy controlada y el mejor desempeño lo tuvo con Peña Nieto con un 0.26% mensual que ha aumentado a un 0.32% con AMLO. Este año superaremos los 6 puntos porcentuales y, de darse, será una de las tres tasas más altas de los últimos 20 años.
