El comercio mundial se compone de la comercialización de mercancías y de servicios; estos últimos han crecido de forma acelerada en los últimos 20 años aprovechando la apertura comercial en el mundo que impulsa un comercio de mercancías más acelerado. Tal ha sido su importancia que el GATT – Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio- abrió en 1995 otra vertiente para los servicios conocida como GATS, y hoy, prácticamente todos los acuerdos comerciales que se negocian en el mundo contienen un apartado de servicios.
¿Pero cuáles son esos servicios? Pues bien, para poder importar o exportar la empresa necesita servicios financieros, transporte, tecnologías de información, servicios profesionales (consultorías legales y técnicas, entre otras). Igualmente requiere los servicios de agentes aduanales y aplicaciones informáticas para distintos propósitos. Por otro lado están los servicios de almacenaje y custodia de mercancías, los servicios portuarios y de terminales de carga, y un sinfín de servicios complementarios relacionados.
Este indicador es el resultado de dividir la suma de las importaciones y exportaciones de servicios de un país por el PIB de ese país, de tal suerte que este índice nos mostrará qué tan apalancada o dependiente se encuentra una economía de sus servicios. Así por ejemplo, según datos del Banco Mundial para el 2013, en el mundo este índice reportó un promedio del 12%, mientras que para México fue de 4.1%; para Estados Unidos –la economía más grande del planeta- este dato reportó un 6.9% y para Panamá –una economía en desarrollo- fue del 34.3%; lo que nos indica que la economía del país centroamericano está fuertemente soportada en servicios que esencialmente corresponden a la parte financiera dada su condición de políticas relajadas en este rubro; y por otra parte, la prestación de servicios marítimos de tipo logístico derivados del uso del canal interoceánico que le permite recibir una importante aportación a su economía.
La dinámica en los servicios seguirá creciendo fuertemente en la medida que la economía mundial se abra cada vez más como producto de la globalización, pues toda transacción de mercancías, necesariamente demandará de distintos servicios.
