El cartujo se santigua: Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, cree en El Diablo. Una declaración del ex fiscal de Nayarit, Édgar Veytia, en la Corte del Distrito Este de Nueva York señalando la complicidad de Genaro García Luna con Felipe Calderón para proteger al Cártel de Sinaloa, provocó su inmediata reacción en Twitter: “Se le cayó el cuento al espurio de Calderón de que ‘no estaba enterado’ de todo lo que hacía Genaro García Luna. Solo confirmamos lo que ya sabíamos: eras un integrante más del narco y los protegías mientras México se volvía un cementerio. Cínico. Deberías ser tú el enjuiciado”, escribió el colimense ignorando la recomendación de López Obrador: “Vamos a esperarnos (y) no hacer juicios anticipados”. Pero a él se le quemaban las habas y se fue por la libre, o tal vez no.
En todo caso, Mario puede decir cualquier cosa, su trayectoria, sin ninguna mancha, lo avala. Fue, seguramente, una falacia su relación con Sergio Carmona Angulo, El Rey del Huachicol, asesinado el 22 de noviembre de 2021 en San Pedro Garza García, Nuevo León, quien, se dice, financió su campaña a la presidencia de Morena, como lo hizo con las de candidatos de ese partido en Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, Nayarit y otros estados. No son pocas las referencias periodísticas al respecto. En ellas se cuentan detalles de cómo Carmona y su hermano Julio César eran investigados por el gobierno estadunidense a través del FBI, así como también eran investigados sus contactos, entre ellos el impoluto líder de Morena.
Para los morenistas, muchas de esas acusaciones contra su dirigente no son de fiar, ¿pero tampoco lo son las palabras del ex subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía Berdeja, quien ha llamado a Delgado corrupto, traidor a la democracia, mercader de candidaturas, o las de gente valiosa cuyo alejamiento evidencia la ineptitud de Mario Delgado para propiciar la unidad en su instituto político?
Si Calderón va un día a la cárcel, al monje lo tiene sin cuidado, nunca le ha resultado simpático el llamado “hijo desobediente”, pero lo divierten los bocones, y en Morena abundan, como bien lo saben Mario y Layda.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
José Luis Martínez S.