De madrugada –como en el show de la barandilla– un comando de individuos cuasi-sicarios de la policía estatal y municipal de Guadalajara arribaron a irrumpir al campamento montado y vigilado por alumnos de la Federación de Estudiantes Universitarios, así como por habitantes y vecinos de Huentitán, quienes participan activamente por el rescate del #Parqueresistenciahuentitan.
Se trató de un acto cobarde y alevoso, sustentado en un documento legaloide, dictado por un juez rendido a las veleidades del poder, que no comprende el valor de las acciones de ciudadanos que procuran el bien común en el proceso de recuperar lo que les pertenece, a ellos como comunidad y a nosotros como habitantes del municipio de Guadalajara. El terreno es nuestro desde aquel visionario momento en el que autoridades inteligentes, con visión de estado, lo adquirieron para crear allí un gran parque metropolitano. Asimismo, es propiedad del municipio y el municipio somos todos, más allá de colores e ideologías partidistas, cuyo cometido es tan solo administrar y acrecentar el patrimonio común. Nada más llegar y el comando supradicho amedrentó a quienes velaban para resguardar el valioso predio que, hoy por hoy, se ha convertido en escenario de rescate ambiental –se han sembrado más de 600 árboles– además de servir como sitio para actividades culturales y recreativas, tal como debe ser la vocación natural de un parque público. Lo que ocurrió, de inicio, fue la privación de la libertad de los moradores del campamento, les quitaron sus celulares y los aislaron, por instantes, de cualquier tipo de comunicación al exterior. Después pudimos tener contacto con el líder estudiantil y otros de los involucrados en tan lamentable hecho de represión y hostigamiento. Entre otros, hay quienes nos contaron que las amenazas fueron del tipo: “obedezcan, o si no, habrá desaparecidos”. Fue muy impactante ver numerosas patrullas y policías antimotines en las afueras y en las inmediaciones del campamento que estaba apostado en un terreno que no forma parte de la demarcación de la propiedad que, pseudo-legalmente, detenta la posesión Riviera Deluxe u Operadora Hotelera Salamanca.
Ha sido una acción concertada, evidentemente controlada y dirigida por intereses aviesos y muy oscuros, como sus actos nocturnos, de quienes atentan contra la lógica del sentido común de aquellos que luchan por rescatar lo que les es propio. Ha sido la muestra palpable y fehaciente del rol que juega el gobierno del estado en contra de los intereses de los ciudadanos mediante la perpetración de un despojo descomunal (a favor de beneficios privados de especuladores profesionales del cártel inmobiliario que opera en Jalisco) –respecto al terreno del parque natural con 13.6 hectáreas– y un desalojo de tintes criminales que amedrenta pero no vence a la inteligencia, la valentía y la dignidad de estudiantes y vecinos comprometidos con la causa. El movimiento permanecerá más fuerte que nunca, seguiremos en la batalla por recuperar el valioso predio para consolidarlo como un trascendente proyecto social y construir allí un gran parque para el disfrute, la recreación y solaz de los tapatíos y del área metropolitana de Guadalajara.
Es este un mensaje a las autoridades que han hecho mutis y caso omiso de las demandas y exigencias ciudadanas ante tan artero latrocinio: Por los constantes incumplimientos de los convenios, la comisión de hechos y decisiones que laceran al erario y además van en detrimento de la riqueza ambiental de la capital del estado, creo interpretar el clamor popular para que comprendan que no estamos dispuestos a permitir que se sigan sirviendo y aprovechando, con total desfachatez, de los bienes públicos para hacer negocios privados. ¡HUENTITÁN ES NUESTRO!
Jorge Fernández
jfa1965@gmail.com