Cultura

La desfachatez

Mao le dio un significado a modo al color rojo. Shutterstock
Mao le dio un significado a modo al color rojo. Shutterstock


El político, para aprovechar todas las prestaciones que ofrece su cargo, necesita producir su propia realidad. Una realidad que sirva para apuntalar su gestión y, en el mejor de los casos, que coincida con el ideario de su partido. En el siglo XXI esta realidad a medida se amplifica exponencialmente en sus redes sociales, en sus medios de comunicación afines, y por el diligente esfuerzo de su ejército de bots. 

Para combatir la transparencia, siempre tan perniciosa, el político oscurece su entorno, como el calamar que eyecta un nubarrón de tinta, con un bombardeo indiscriminado de los grandes hits de su propia realidad. Si se tiene un equipo capaz de producir un buen nubarrón, la transparencia es, como mucho, una falacia. 

Me encontré una historia flagrante sobre el político que necesita producir su propia realidad, una realidad a medida. En 1966, en plena Revolución Cultural, un avispado spin doctor de la órbita de Mao, reparó en que la Guardia Roja sufría la interferencia ideológica de la luz roja de los semáforos. El rojo interrumpe el flujo, obstruye eso que avanza, prohíbe el paso, justamente lo contrario del rojo de la Milicia Obrera, razonaba el spin doctor, que simbolizaba el avance de la sociedad, el imparable camino hacia la libertad del pueblo chino. Así que, de acuerdo con las estancias más altas de la República Popular, que convergían en el Gran, e imprescindible, Timonel, se decidió que a partir de entonces el color rojo del semáforo significaba “siga”, y el verde “alto”. La aplicación de aquella realidad a medida fue muy dificultosa, sobre todo en Pekín, que ya era una ciudad con avenidas caóticas e hipertrofiadas. Aquella realidad duró poco, paulatinamente la realidad común fue regresando a sus cabales, aunque todavía hoy, en ciertas zonas de china, la luz roja en un taxi significa que está libre. 

Esta historia, lejos de ser una locura, es la metáfora de la realidad a medida que produce cualquier político en nuestro tiempo, ese que con todo el descaro que le permite su investidura nos dice, tranquilamente, que eso que a ti te parece rojo en realidad es verde.


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Jordi Soler
  • Jordi Soler
  • Es escritor y poeta mexicano (16 de diciembre de 1963), fue productor y locutor de radio a finales del siglo XX; Vive en la ciudad de Barcelona desde 2003. Es autor de libros como Los rojos de ultramar, Usos rudimentarios de la selva y Los hijos del volcán. Publica los lunes su columna Melancolía de la Resistencia.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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