El recién pasado domingo 19 de octubre se hicieron manifestaciones en el vecino país del norte señalando que no están de acuerdo con “las redadas” de mexicanos, ya que son personas trabajadoras de mucha valía y que en esa condición proporcionan mucha riqueza a la economía de los Estados Unidos, haciendo la observación que los trabajos humildes no los quieren hacer los ciudadanos de dicho país, además, recortan las horas de trabajo a los contratadores.
Los manifestantes reportan que se hicieron en muchas ciudades de la unión americana, rebasando los siete millones. La reacción de Trump fue la burla.
¿No que tan educado en democracia?
El presidente de los Estados Unidos, el de Israel y otros más, gobiernan como si fueran dueños del mundo.
Las fábricas de armas son enormes hasta saberse que en el año 2024, los países más ricos del mundo hicieron gastos militares que llegaron a dos billones setecientos mil millones de dólares.
Y cruzan las fronteras esos mugreros de armas como si fueran juguetes de navidad. Las llamadas al desarme que hace la Iglesia Católica y muchas personas notables del mundo quedan como voces en el vacío.
Los poderosos actuales tienen una sordera honda. Sólo piensan en la paz como imposición de su soberana voluntad,
Estamos frente a problemas muy serios en los que la gente se hace cruces ignorando que puede hacer para lograr la paz.
El Papa Francisco nos advertía: “Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites.
En el fono “no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente sin son pobres o discapacitados, si “todavía no son útiles” -como lo no nacidos-, o si “ya no sirven” -como los ancianos-.
Nos hemos hecho insensibles a cualquier forma de despilfarro, comenzando por el de los alimentos, que es uno de los más vergonzosos” (TF. Núm. 18).
Las guerras actuales, con honrosas excepciones, ya no atacan ejércitos sino a poblaciones totales.
Es guerra de aprovechados poderosos que se exceden en acciones con las armas, utilizando hambre, interrupción de vías de comunicación, anulación de mensajeros de paz a los que declaran terroristas por proponerse llamar la atención al mundo por estar asesinando a un pueblo por ser rebelde a una dominación de potencias extrajeras.
Las mentiras, las carcajadas burlescas son también armas de quienes tienen taponeados sus oídos a los clamores de la paz.