El sector opositors está muy en su derecho de recurrir a toda clase de mañas, noticias falsas y un menú muy completo de historias patéticas, neuróticas y esquizofrenéticas para regresar a México a los idílicos tiempos de la Dictadura perfecta. Lo que sí está muy ordinario es, ya de plano, desearle la muerte a sus enemigos e incluso celebrarla como en el caso de Gertz Manero donde se pasaron de calderónicos. Una cosa que ni hienas ni buitres habrían hecho por ser demasiado carroñero.
Ahí tienen al subjefe Diego mostrándose como todo un humanista. A ver si no le cae la karma police como a la odiontóloga Ximénez Fyvie que después de tanto sentirse la muy muy al medrar con la pandemia asustando a la gente, ahora se publica investigación de la revista Polemón donde se revela que dejó pasar varios plagios en distintas tesis. Curiosamente ninguno de toda esa bolita que tanto la han hecho de jamón por la tesis de la ministra Esquivel (seguro se le fue el wifi a Germy Martínez como la honorabilidad a Gibrán) ha exigido que la investiguen a profundidad. Seguro que Meme Cheridam, en aras de la justicia y equidad, se va a dedicar a checar el meollo de tan enojoso asunto. Un meollo que el rector Graue evadió como acostumbra (no olvidemos el acoso y las violaciones en la UNAM) sin ser capaz de tomar una decisión ejecutiva. Cómo estará la cosa que hasta los Pumas, que tienen la capacidad de reacción de la Femexfut que procastina a pesar de lo que dicen, cortó sin dudar a Dani Alves, jugador acusado de violación allá en Barcelona. Si no puede el plagio de tesis, por lo menos el rector tendría que poner en su lugar al expresichente Fox por haberse manifestado de una manera tan miserable sobre la universidad (es el “Líder nato”, según ha dicho la Facultad de Derecho en un documento que ni se veía zalamero). Igual que la Universidad Iberoamericana, que de deslindarse de Fox que con sus tuits solo desprestigia a la institución donde se tituló con una tesis que estaba más gacha que la que plagió mi licenciado Peña en la Universidad Panamericana.
Una infodemia escatológica y sepulturera la que ha recibido Gertz Manero —que ciertamente nos debe muchas acciones justicieras, expeditas, contantes y sonantes—, pero que según dicen los que saben solo lo alientan a quedarse mucho tiempo nada más por joder a los zopilotes que le desean lo peor, en espera de que todo lo que le deseen se les multiplique a la N potencia.
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