Ha sido un verdadero encanto ver trabajar al sector opositors desde la infodemia y las noticias falsas, cubiertas generosamente con histeria y melodrama ranchero, las debidas pizcas de enojo y sus buenas dosis de vistimización, frente a la tragedia de Acapulco y Guerrero. Se me hace un poco arriesgado que a personajes como Kinky Téllez, el ChikiliQuadri, la Rabadán, Alitititito Moreno, Markititititito Cortés y Zambranititito, no se diga a la dotora Dresser y toda la presentación de la industria mediática corporativa, se les compare con aves de rapiña y criaturas carroñeras, sobre todo porque qué culpa tienen buitres y hienas que, al final, merecen todos nuestros respetos.
Sin duda, ha sido conmovedor contemplar sus manejos informativos donde, prácticamente, AMLO es Thanos, Acapulco es Vietnam o la Atlántida, por supuesto todo es de una desolación lunar sin que no exista ningún apoyo de las autoridades que se están rascando el ombligo. La oposición es un ciego que no quiere ver.
A lo mejor teme que, como siempre, la realidad desmonte sus delirios fakenewseros. Digo, está bien que haya muina y resentimiento social en sus corazones de piedra corazón (sobre todo porque nada les funciona, su candidata X ha sido muy X y cada vez que ponen un circo se les hacen más enanos los enanos), pero no estaría mal que los opositores dejen de ver solo sus medios que andan un poco fallones —pero nada más tantito— para que se enteren de que su información falsa de toda falsedad es tan falsa como el buenondismo de la señora Gálvez y que da un poquito de pena penita pena.
Como quiera que sea, lo único que supera al bulo ese de que la Cruz Roja felicitaba a Latinus de Loretito y Brozo, el Trujillo tenebroso, que fue desmentido por la Cruz Roja, fue ese llamado al NO DONEN, que rebasa por la ultraderecha cualquier tesis psicosociológica. Neta, hicieron ver a Vicente Vox como un ser culto y luminoso.
O sea, el trabajo de la oposición es la de oponerse aunque sea de manera bárbara y mentirosilla, pero podrían acompañar su furia mandando a Guerrero aunque sea algo de los fideicomisos, la estafa maestra, del cártel inmobiliario del PAN, de las triquiñuelas de Lady X, del Fobaproa, de la narcoguerra de Calderón, de García Luna Productions y tantas lindezas más.
O sea, Claudio XXX podría enviar toneladas de productos de Kimberly Clark, pero nomás no se le da. Su notable humanismo no lo demostró en la pandemia y no lo va a sacar a pasear ahora.