Quiero creer que, a pesar de estar al borde de la extinción, desprovistos de una estrategia que vaya más allá de la histeria y la neurosis, atrapados por su pasado trácala y descuajaringado, PRI, PAN y PRD no van a caer en el garlito de uno de nuestros ultraderechosos más oportunistas y timadores que ha dado el de por si muy frikizoidezoompolitikon mexicano, Gabriel ChikiliQuadri, que ahora quiere agarrarlos de sus padawanes y darles lecciones de conductismo político y entropía ideológica. O sea, estos partidos tendrían que ser muy autodestructivos como para convertir a este notable timador de siete suelas en su consiglieri: para el PAN sería más desastroso que cuando agarró a Anaya de candidato y luego se alió al PRD; más terrible para el PRI que cuando optó por la cleptocracia; y más pior para el PRD que cuando en un abracadabrante acto kamikaze le entregó el poder a los Chuchos.
Para que me entiendan. Sería de mayor provecho que esta partidocracia sin atributos reclutara como eminencia gris al líder de los frenaáapteros, Gilbertico Limonta Lozano, en su momento más arrebatado y energuménico, que hacerle tantito caso al ChikiliQuadri que, además, va a quererles cobrar cual si fuera Montesquieu, Hobbes y Maquiavelo al mismo tiempo, cuando no le llega ni a La Güera Rodríguez Alzheimer.
Le falta una dosis de Ubicatex. Lo mismo que le pasa al góber Corral, que supone que sus triquiñuelas de baja estofa lo vuelven estadista, y por eso declara cosas como “AMLO siempre me ha visto como un competidor”, cuando no compite ni en el PAN, donde ni lo ven ni lo oyen.
Igual que Margarita Zavala y el expresichenteJelipillo, que creen que por estar chingue y jode al Tribunal Federal Electoral se van a salir con la suya. Peor todavía cuando a cada rato aparece una nueva trácala del Calderonato (lo de Pemex y la empresa israelí Rafael Advanced DefenseSystem habría asombrado hasta a López Portillo y Salinas) y que cada día se confirma que juntan más gente los de Frenaaa en sus tienditas de campaña (pusieron una carpa con un letrero de Biblioteca pero se ve igual de vacía que las otras, aunque dicen que ahí guardan su colección del Sensacional de traileros) que México Libre con sus fotocopias neocristeras. Y lo más gacho, que de gratis, no hay quien hable bien de Jelipillo.
Abusados, no vaya a ser que el ChikiliQuadri se los lleve al baile; luego no digan que no se les advirtió.
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