Sin duda era más divertido cuando los de izquierda se peleaban con los de derecha y los dejaban como lazo de cochino; no como ahora que los de izquierda, fiel al viejo apotegma de “Somos pocos, pero sectarios” se están peliando entre ellos. La verdad, ya se estaban tardando, lo traen en la sangre, como cuando los maoístas odiaban a los stalinistas y a estos les daban repeluz los trozkistas que no toleran a los castristas que, a su vez, odiaban a los hochiministas y así.
Esto tiene su encanto pero como no era el momento. Claro, con un sectors opositors muy devaluado, incapaz de articular más ideas que la de colgarse de lo más pando, sea el rancho Izaguirre, Catémoc Blanco, Yunes o la concatenación de chapulines, enfrentarse fraticidamente parece el paso lógico. Más aún si lo más amenazante es el mini Jelipillo poniéndose ridículamente loquillo con el Noroñas, o Kinky Téllez derramando bilis por doquier, o Alazraki buscando amparos por unos dudosos pagos que le cayeron de parte del gobierno de Maru Campos en Chihuahua.
Y claro, como que la izquierda se autoriza canibalizarse porque la presidenta tiene un abundante capital político que, no sé si lo sepan, con estas cosas se va desgastando.
Además de todo, el timing no es el idóneo, más si tomamos en cuenta que la Loca Academia de Miramones está más trumpista que nunca y que mi Donald está empeñado en convertir al mundo en facholandia. Y aunque hoy vemos que la distinguida ultraderechosa francesa, Marine Le Pen, ha si acusada de corrupta (solo por 450 mil euros, mi licenciado Peña, Calderón, Fox y Alititito Moreno deben estar muertos de la risa), al igual de los de VOX en España que malversación y puras cosas chuecas, no estaría mal que la izquierda estuviera más atenta a la avanzada del Big Brother anaranjado.
La peleas intestinas de la izquierda tendrían que esperar a que termine el proceso electoral de jueces, magistrados y tinterillos, donde hay piñistas y emisarios de García Luna Productions que no querían democratizar al PJF y que ahora andan en campaña como Marisela Morales.
Se que puede ser un bálsamo para el ego cuestionar camaradas, pero antes que eso, hay prioridades: Exhibir al PRIAN, señalar a Don Cucaracho, desmenuzar a los fachos, o reírnos del aburrido tuit promocionado del dotor Mit, al que ya solo le falta salir de botarga del doctor Simi, por ejemplo.
Estas peleas entre la izquierda que le ponen melodrama ranchero a la lucha de clases, a Lenin le daban grima.