La verdad, sí es muy triste ver a un fifilántropo de la talla moral de Claudio XXX González, mendigando apoyos entre los derechosos de buena voluntad. Con todo lo que invirtió para comprarse partidos, candidatos y opinócratas en el Waldos de la política, para que todo le salga del nabo. Ahí lo vemos rogándole mendrugos de apoyo al Porfifirio Díaz de Movimiento ciudadano, Dante Delgado, que en su papel del Lex Luthor de la política le sigue haciendo el fuchi al PRIANChu.
A lo mejor lo que le faltaba a la oposición en México, y por eso le ha ido de la chifosca mosca, era quitarse la máscara e irse a bailar. Con eso de que Claudio se declaró de centroizquierda, Xóchitl prácticamente dijo que fue guerrillera y hasta Chumel se autodenominó prácticamente marxista, pues destantearon gacho a su fanaticada natural.
Ahora se nota que, quizá empujados por los ultraderechosos de última generación como Eduardo Verástegui, Agustín Laje, Donald Trump y Vicente Vox, que los llamaron “derechita cobarde”, medio empezaron a cambiar. Y es que el PRIANChu es una derecha vergonzante que veía con asco a los de Frenaaa –a pesar de ser tan iguales—,que a los de Vox, primero los metieron con fanfarrias al Congreso y luego los sacaron por la puerta trasera, y hasta veía con asquito a Felipe Calderón solo porque tuiteaba durísimo con su sombrero de cucurucho blanco en la cabeza.
Por eso se comienza a radicalizar en la oposición: con poco pudor y mucha liviandad, Kinky Téllez quiere superar por la ultraderecha a la presidenta boluda de Perú, mientras sueña con mandar al paredón y a campos de concentración a todos los comunistas; Sandra Baticuevas encarnando un delirio pinochetista; mi Tatankita Lorenzo Córdova con sonrisa del Guasón en su búnker como el de don Genaro, que se parece a la Estrella de la muerte.
Ahí donde Vianello el del libelo se siente Darth Vader y Edmundo Jacobo es el conde Dooku. No olvidemos que Burnstavo de Hoyos, soltándose el pelo y el sujetador, propone como “candidato ciudadano” (no se rían) la pena de muerte y hasta la Ley fuga para poner orden, honradez y ornato como en el Cuarto reich del maestro Palomo.
Lo más chiroliro es ver a Markitititito Cortés con su parche en el ojo y cara de malo, exigiendo que nos invadan los marines y que la DEA, esa cosa tan fea como la OEA, apoye al próximo García Luna Productions.
Eso está padre, al final los opositores van a gritar “¡Viva Cristo Rey!”.
jairo.calixto@milenio.com