Justo cuando está al borde del cadalso electoral, el sector opositors no encontró mejor manera de reposicionarse después de los audios de Alititititito Moreno, los exabruptos de Lilly Téllez que primero changoleoniza y nunca verigua, la campaña de la Viggiano, las liposucciones del señor Truko (Markitititito se ganó la suya), que sacar de su sarcófago a Panchito Labastida, el malogrado candidato del PRI que tuvo el muy dudoso privilegio de ser derrotado por el expresichente Fox. O sea, pudiendo buscar a López Portillo a través de la ouija, o recurrir a un rito satánico para resucitar a su héroe máximo, Gustavo Díaz Ordaz, eligieron recuperar a este señor para alegar que AMLO tiene un pacto de no agresión con mi licenciado Peña Nieto. (Solo le faltó asegurar que el dictador fue la Celestina de las citas clandestinas de don Kike y su rubia de categoría, y que él mismo le tramitó la visa dorada en España para que pueda comer gratis todo el gazpacho que le apetezca). Por supuesto, varios personajes lo alabaron, entre ellos Emilio Álvarez y Guasa que tiene un mejor show estandopero que el ChikiliQuadri. ¿Qué habrá sentido el ex góber precioso cuando Fox, que le decía Mandilón y le decía La Vestida, lo felicitó aplaudiendo a rabiar con sus manotas? Era tal el entusiasmo del esposo de ella se llamaba Martha, ella se llamaba así, que soltó un tuit de antología: “Ahí está el HOGRO FILANTROPICO. EL DICTADOR. EL NARCO-PRESIDENTE. BAMOS A PERMITIR QUE NOS SIGA PISOTEANDO?? VOTA POR. VA X MX”. A ver si Krauze no lo bautiza como el nuevo Octavio Paz, por ser un gran mono nada gramático que tuitea al ritmo de “Ese Hogro no se toca, basta ya de ortografía”.
Y para cerrar la pinza, también extraído con fórceps de su catafalco, aparece Porfirio Muñoz Lerdo a cobijar a Labastida —orquestador de la Reforma energética peñista que tantos iberdrolas y odebrechts nos dejó—, mientras prácticamente aseguraba abrazando a Alito Moreno, que Mr. Robotox es un perseguido político y un estadista. (Las risas son grabadas).
Es como si mi Porfis asegurara que Colosio Jr., a pesar de sus gastos exorbitantes en su viaje en bola a Nueva York cuajado de fallas técnicas, es un ejemplo brillantísimo de la austeridad republicana.
Así, me alegra que Labastida resurgiera de sus cenizas a través del médium de Carmen Aristegui, pues le va a pelear el liderazgo del Team Mum Ra que se ha apañado porfirianamente el subjefe Diego.
Jairo Calixto Albarránjairo.calixto@milenio.com
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