Una verdadera afrenta a las buenas causas de la resistencia opositora, que Margarita Zavala haya anunciado que asistiría a la marcha en la defensa de esa maravilla del pensamiento occidental que es el INE. Así, lo único que va lograr la señora será alejar a los incautos, atraer fotocopias y ahuyentar a los de por sí pocos apoyadores de tan noble causa.
¡Por vida de Dior! Así no vamos a conseguir que mi Tatankita Cordova pueda seguir dedicado a la padroterapia intensiva como mi licenciado Peña, su Yoda. Hay que luchar con denuedo para que nuestro consejero consentido de toda la vida, pueda seguir gozando de magníficas prebendas, como cuando le dieron 39,000 pesos para su boda que, seguramente, solo le sirvieron para dos horas más de reguetón y los tacos de suadero para la tornaboda.
Si de veras queremos echarle la mano a Ciro Murayamasamí y a mi Tatankita hay que decirle a la dotora Dresser que más ayuda la que no estorba (no puede andar tuiteando que las movilizaciones contra el fraude de Salinas es igual a la marcha por el INE, pero ella cree que estamos en el 68); y también pedirle a la Rabadán que no vuelva a exigirle a López Obrador que no mande infiltrados a la marcha, pues sin ellos eso va a parecer una muy escuálida fila para la barbacha dominguera. Está comprobado que fuera del Twitter Elon Musk está convirtiendo la sede del Partido Republicano, Claudio XX y los paleros de Alazraki tuvieron su mejor convocatoria cuando un malvado remolino se llevó las carpas vacías de FRENAAA en el Zócalo.
Es importante que, traicionando su costumbre, el sector opositors resista la tentación de traer a empellones a choferes, mucamas, jardineros y secretarias, porque se ve muy mal que mientras los indignados defensores del INE vayan en sus coches vestidos para ir al City Market, el proletariado cargue las pancartas y grite las consignas. En todo caso, que esa chamba la hagan chuchititititos y markititititos, para que no estén ahí nomás estorbando.
Amiguis opositores, si de veras quieren tener algo de rating, no dejen entrar a Germán Martínez —va a ir disfrazado de su credencial de lector como si todavía estuviéramos en Halloween—ni a Álvarez y Guasa vestido del doctor Simi perreando, pues van a cantar la de “Te conocí en la marcha un domingo al mediodía, entre kukluxpanes, PRIANchuchistas, Kinky Téllez, acarreados y Creels”.
Ya quiero ver a los fifís y seudofifís con una playera que diga: “INE, hazme un hijo”.
Jairo Calixto Albarrán
