Es bonito ver como un asunto como la revelación de un número telefónico de una reportera del New York Times que ya estaba desde hace tiempo en el Facebook, se ha convertido en otro delirio primigenio del sector opositors. Como que dijeron pues en las encuestas seguimos abajo, es tiempo de seguir pegando todavía más abajo abajotota.
Y lo consiguieron, al mantener a todos sus bots, trolls y jéiters trabajando a marchas forzadas para compartir los teléfonos de gente de izquierda, periodistas y políticos, tratando de ocultar el pésimo trabajo periodístico de Loret de Mola, Aristegui, Anabel Hernández, Tim Golden y los del New York Times, más lo que se acumule esta semana, para tratar de apuntalar a la candidata Gálvez que todos los días se autolacera con sus chicles, sus reacciones infantiloides y sus declaraciones desprovistas de sinapsis. Incluso los periodistas que han defendido al New York Times, instalados en su antipejismo de pésimo y reguetonero gusto, tampoco hubieran dejado pasar para su publicación esos trabajos por guangos y faltos del rigor que se ve desde el primer semestre de la carrera de periodismo y comunicación.
Ya me imagino lo que hubiera dicho mi maestro Fernando Benítez de estos reportajes, mínimo los habría reprobado y sacado del salón de clases. Con Julio Scherer habrían sido sometidos al regaño total y lo saben.
Como quiera que sea, a mí lo que me parece de muy mala leche es que el algoritmo que se mueve desde los troll centers es que no esté programado para ser por lo menos amables como los de los call centers de los bancos y seguros que por lo menos te dicen los buenos días, buenas tardes, buenas noches, y que en cambio exhiban su rabia y su mal humor con sus debidas notas soeces, racistas y clasistas. Digo, si te van a vender su xochilismo por lo menos que tengan cierto espíritu civilizado como los cobradores de Coppel, y no que traigan una onda tipo llamada de extorsión. Los programadores voxistas deberían de ser pasados por la máxima “Haz patria, educa a tu troll” y así hasta puede que te caigan bien.
Ya lo de que Lady X haya hecho público su what´s (seguramente en un teléfono del OXXO que lo ha de traer cargando uno de sus 20 asistentes) fue como una jugarreta medio torcida y oportunista muy comparable a la de andar dejando chicles a su paso. Sobre todo porque se quiso hacer la vístima alegando que su número también ha sido filtrado. Sí, ajá. Ese sketch ni para la Familia Peluche.