Uno de los grandes logros no reconocidos de la Cuarta transformeichon ha sido el de despertarle los ánimos de cuentachiles a periodistas y avezados políticos que en el viejo testamento salinista-zedillista-foxista-calderonista-peñista, ni siquiera enarcaron la ceja ante el Fobaproa, los agronitroenajenados, Odebrecht, la estafa de luz, la estafa maestra y un chingo de cosas maravillosas que casi nos llevan al primer mundo, ahí donde la pobreza es como la soñó Pedro Aspe, el gran estafador salinista del Tinder neoliberal, un mito genial.
Eso está padre, que aquellos que antes dejaban pasar cualquier barda sin refinería, o las maravillas de la Loca academia de Javidús y chapoteaban en el género de las entrevistas a la medida, ahora checan todo con lupa. Ahí está toda esa caterva de buenas conciencias whitexicans que han estado sobre la Casa Gris del hijo de AMLO, buscando la manera de transformarla en blanca como la de la Gaviota. Una noble aspiración que, tristemente, por hacer las investigaciones con más fervor que talento, con más fruición que razonamiento, terminó siendo desmentida por un elemento periodístico que ha estado fuera del circuito de la histeria y el linchamiento: las pruebas. Aunque es comprensible el deseo rabioso del sector opositors por acabar con la Dictadura macuspánica, no está bien depender solo del efectismo melodramático empujado por bots.
Está bien ser tiquismiquis y control freak, enarbolar banderas de voxistas-iberdroleras-femsamaniacas pero cuando en tu carota te desniegan los especialistas texanos en bienes raíces y te desmienten los de Baker Hughes, mejor dedícate a los tacos de suaperro.
Digo, por el bien de la causa de Claudio XXX, Calderón, los hermanos Zavala, los expresichentes Fox y el Calderas y el monero Calderón, el PRIANChu, la dotora Dresser, los aguayos, Krauze y los de la Eh la BOA, y Jesús Silva-Herzog Márquez de la Colina y Bárcenas Lazo De la Vega y de Del Valle, deberían de salir a ofrecer disculpas por este muy mal organizado espectáculo de la infodemia por todos tan temida. Qué va a decir García Luna Productions, que Loret, su alumno consentido, no merece el mote de #LordMontajes, si acaso el de #Montajitos.
Digo, no se trata de que Loret y Brozo, el Trujillo tenebroso (que hace ver al Perro Guarumo cual si fuera el damo del buen decir) se arranquen los ojos como Edipo, pero que al menos prometan que su próximo montaje no tendrá tantas penyfakes.
Jairo Calixto Albarrán