Estaba muy preocupado por el cerco informativo que impide que la prístina y cálida voz de Xóchitl Gálvez, impuesto por la malvada dictadura macuspánica, sea censurada. Ese mito genial del que tanto hablaba López con amargura sí existe; pero no en contra de los comunistas, sino a favor de ellos. Un Muro de Berlín que solo permite que 54 televisoras, chorromil estaciones de radio, centenas de periódicos y revistas, además de incontables plataformas digitales, dispersen el pensamiento nada caótico de la precandidata única del PRIANChu, no se vale.
Por eso y seguramente por los consejos del siempre lúcido y lucido boxeador, El Travieso Arce, Xóchitl tuvo que retar directamente a Claudia Sheinbaum al ritmo de “si te dan permiso, nos vemos en el debate”. Lamentablemente me la pelusearon como la peluseó Verástegui, cuando la morenista le respondió con un “no por mucho provocar se crece en las encuestas” que, la verdad, hasta a mí me dolió. Eso fue de mala fe porque le metió un gancho al hígado que se abrió pasó hasta lo más profundo de su ser. Mira que meterse con lo de las encuestas que la ponen 25 puntos muy abajo, eso fue con premeditación, alevosía y ventaja.
Y luego mandaron a la abusiva de la tía Tatis Clouthier a cerrar la pinza al recordarle a la Gálvez que ella y Claudia no son iguales, que se quiere trepar al ring ahora que nadie la pela, además restregarle lo de su casa y de que siendo una mujer que quiere gobernar un país habitado mayoritariamente por mujeres, se ponga a denostar a otra mujer. Ahí seguro que se ardió la dotora Dresser. Yo iba a tirar la toalla, pero el prudente silencio de la gran estadista del PRIANChu me hizo desistir.
Y lo peor es que ni la Rabadán ni Kinky Téllez metieron las manitas, no al menos hasta la redacción de esta columna que tiene algo de cruz y de Los Picapiedra. La dejaron morir solita a su campeona, ellas que son tan bravas, no puede ser. Aunque sea hubieran mandado a hacer bulto a Liosa Limón y a Taboadita, que estaban escarbando bajo los escombros de la dovela del tren El Insurgente que se derrumbó después de que una grúa le cayó encima, a ver si encontraban un muertito. Me dicen que ya tienen abogados para que los escombros demanden a la Cuatroté. ¡Bien hecho!
Cuánta razón tiene Brozo, el Trujillo derechoso, el sátrapa de Macuspana tendió un cerco informativo y por eso no sabemos si respondió o no. Con razón Alazraki grita: “!Pinches tabasqueños, los odio!”. Todo un lord.
