La onda de la oposición son las fake news en la lógica reguetonera de Raymundo Rivapayacho donde la verdad es irrelevante, con sus buenas dosis de inspiración del manual de desestabilización de la CIA. Sí, todo muy bien pero hay que hacerlo, como dice mi Juanga, todo todo con amor y no ahí nomás al aventón como ha sido en el caso de la marcha facho-narcisista de la falsa Generación Zzzz.
Por más que pertenezcan a la ultraderecha más rancia y casposa, no puede ser que los paleros de Alazraki aseguren que en la movilización habían 2,500,000 personas, sin contar a los orcos de Sauron que maquinaria en mano hicieron sus desmanes, además de los vendedores de banderitas de One shit. O sea, 2,500,000 personas que no solo no caben matemáticamente en la plancho del Zócalo, ni aunque se presentaran los Fabulosos Cadillacs, un video concierto de Juan Gabriel , AMLO y la presidenta Sheinbaum. A lo mejor Alazraki tiene dos millones y medio de voces en la cabeza diciéndole “¡Miente, miente, miente!”, pero no mientan por convivir.
Bueno, hubiera sido más creíble que el #SacoDePus dijera que en la marcha ni había chavorrucos y que circularon más chavos que en el Corona Capital.
En ese mismo tenor, pero con una intensidad un poquito más brava, la distinguida fina y culta Sandra Baticuevas 2 Rojo de la Vega salió a defender en el Twitter a las delicadas personitas que, con un poco más de horas de trabajo burocrático, habían golpeado policías y granaderos en su afán por gentrificar Palacio Nacional a la salud del #CartelInmobiliarioDelPAN. Hagan de cuenta que eran seres de luz, muy pero muy pero muy por encima de los zurdos de mierda. Fue tal el ahinco y la ternura que puso en ese empeño, que hasta pensé que estos buenos muchachos solamente eran víctimas de los prejuicios por su aspecto y acciones francamente patibularias, cuando a lo mejor eran intelectuales de alto octanaje de Letras libres. Chicos incomprendido pero muy leídos y escribidos como aquellos que en nombre de la Gen Zzzz que gritaban desaforados que en México estábamos peor que en Gaza.
Dejen de hacerle a la mamá campanita amiguis de la Opo, y sean honestos como esos manifestantes que iban alegres circulando con su bandera de One piece y que sin tapujos ni doble cara contaban que estaban ahí porque el tío Pinchi les había pagado y que eran bien mariguanos.
Casi los oí cantar aquello de “Te conocí en la Gen Z, un sábado al mediodía, entre fachos, chavorrucos y prianistas, y camisetas de One piece.
