Esta columna que tiene algo de cruz y del Pantera cumple 25 años. No diré que ha sido fácil, pero sí que ha sido una experiencia muy exigente pero sumamente divertida. Todo mi agradecimiento a las varias generaciones de lectores que han mantenido a Política cero vivita y coleando. Todo mi reconocimiento y aprecio al periódico MILENIO, donde comenzó esta aventura que ha sido mágica, misteriosa y de pocas tuercas. Gracias a don Pancho González y a Francisco González Albuerne por su apoyo, pero sobre todo por el respeto que siempre han mostrado para este ejercicio periodístico. Un abrazo fuerte a todos aquellos que, en distintas épocas y situaciones, a veces complejas, intensas y siempre emocionantes, fueron cercanos a este trabajo tanto con su aliento como con sus criticas. Confieso que esta ha sido una historia increíble que valoro en toda su dimensión, más todavía porque demuestra que el humor, la sátira y la comedia son herramientas fundamentales para desentrañar la realidad política.
Les comparto que he vivido esta labor con intensidad y alegría (si les contara la infinidad de acrobacias random que he tenido que hacer para escribir estas líneas, no lo podrían creer, es casi como de película de Tintán), así que estos 25 años se constituyen como una explosión de multiversos, algoritmos, aprendizajes, locuras y maravillas, con su debido e indispensable tambache de oscuridades.
Cabe decir que casi ningún político fue lastimado en la realización de estas 6 mil 500 columnas, se los juro jurito. No se rían.
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Los cien días de la presidenta Sheinbaum le han sentado muy mal al sector opositors, casi tanto como el apoyo de bomberos mexicanos, sudafricanos y canadienses a Donald Trump. Mientras a la derechairiza en éxtasis se le desguansan los esfínteres ante los logros de la Cuatroté en este periodo que nomás se le atragantan a ritmo de Polymarchs, a Trump no le queda más remedio que renegar y echarle la culpa a los liberales de los incendios en Los Ángeles y de paso menospreciar los apoyos que vienen de los países que quiere anexar, tomar por asalto y saquear.
Como quiera que sea, los primeros cien días de Claudia Sheinbaum traen a la oposición vuelta loca, tanto que lo único que se le ocurrió fue sacar al muy desprestigiado Neto Zedillo para que repitiera la misma tonada de siempre: esto no es una democracia, es una dictadura. ¿Es neta que no se saben otra? Ya ni el Rey del Fobaproa se la cree, pero le encanta mentir por convivir.
