Son los seres humanos que están en la primera línea de la lucha contra el covid-19, son las personas incansables que, literalmente, están dando su vida para atender a los pacientes que resultaron contagiados.
Las palabras de Hipócrates: “no llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos” es el principio que los define, los impulsa todos los días y que los mantiene en la lucha contra el llamado primer enemigo del mundo.
A pesar del cansancio, de las dificultades y de que sepan que su vida está en riesgo, el personal del área de la salud, desde los paramédicos, médicos, enfermeras y hasta los especialistas, mantienen su lucha.
En Puebla, la fuerza laboral conformada por médicos generales y familiares es de 11 mil 100; el personal de enfermería especializada es de 10 mil 900; y los enfermeros y enfermeras de nivel técnico suman cinco mil 160.
Las estadísticas del Inegi revelan que Puebla cuenta con un total de cuatro mil 610 auxiliares en enfermería y paramédicos, con 869 farmacólogos y con 435 técnicos de laboratorios médicos.
Julio, Juan, Alberto, Raúl, Mariana, Elizabeth, Gabriela son algunos de los nombres de los médicos, personal de enfermería, paramédicos y especialistas que están luchando y pese al cansancio y los problemas, se mantienen con una sonrisa, un gesto de la salud y de la vida.
Conviven todos los días con la muerte, sabiendo el momento en el que ingresan a laboral, pero desconociendo la hora en la que concluirá su jornada. Muchos de ellos, se alejaron de sus seres queridos ante el riesgo que representan con el objetivo de evitar contagiarlos.
De acuerdo con un informe de Amnistía Internacional, a casi cinco meses de que se presentó el primer caso de covid-19 en México, el país ocupa el quinto lugar a nivel mundial con más personal de salud fallecido a causa del coronavirus. Un total de 248 profesionales de la salud perdieron la vida, mientras que en todo el mundo suman más de tres mil.
Son los guardianes de la salud y mantienen la compostura a pesar de lo complicado de la situación. En silencio y ante nadie, pueden doblarse, por momentos, pero nunca se rompen y siguen adelante en su lucha por defender la vida a pesar de las adversidades.
La emergencia generada por el coronavirus no los detiene y es, justo en momentos difíciles, cuando salen fortalecidos para segur con su trabajo por defender la vida. A todos ellos, por su compromiso y dedicación: Gracias.
jaime.zambrano@milenio.com
