Esa es la cifra calculada por pérdidas debido a la ausencia de público en los Juegos Olímpicos de Tokio, derivada de la pandemia.
Si bien otras economías como la griega sufrieron después de la celebración olímpica, Japón es una nación que no considero vaya a tener ese problema.
Hay múltiples factores sobre los cuales fundamento esto, entre ellos, la potente economía japonesa, la constante inversión en investigación y desarrollo del país del Sol Naciente, la educación y civismo de su población, así como el precedente histórico de cómo esta nación se levantó después de Hiroshima.
Esta sede también será diferente en relación con las instalaciones post Olímpicos.
Con el uso eficiente de los espacios que caracteriza a la cultura japonesa, seguramente veremos varios inmuebles reconvertidos y los que queden servirán para potenciar el deporte de alto rendimiento.
Los números no mienten, y si bien los 15 billones de dólares son un golpe duro para los asiáticos, pocos países aparte de Japón pudieran haber albergado los Juegos post pandemia, por las razones que ya describí en mi columna anterior.
Jaime Rascón
Twitter: @jaimerascon