Política

10 de mayo

Durante las más recientes semanas me he dado a la tarea de revisar el “baúl de mis recuerdos”. Mi propósito es eliminar aquello que atesoré durante años sin saber por qué y para qué. El ejercicio ha resultado satisfactorio, he dado de baja documentos y chucherías que no tengo interés en conservar. Ayer, por extraña coincidencia en vísperas del 10 de mayo, me topé con una vieja foto. Su apariencia craquelada y sus tonos ocres no ocultan el implacable paso del tiempo. En la foto mi madre me sostiene en su regazo y me mira con ternura.

Debo haber tenido tal vez un año. Ella posiblemente 25. Me asombra identificar que las fotos capturan la expresión del alma, los sentimientos, las expresiones que proyectan nuestras emociones. Ver la expresión de mi madre en la fotografía me enterneció, observé durante varios minutos con detenimiento cuanto amor proyectaba su mirada.

Aunque no soy proclive a la celebración del 10 de mayo porque sostengo que debemos honrar a nuestra madre los 365 días del año, no solo en esta fecha, no puedo pasar por alto lo que significa para nosotros los mexicanos.

Mi madre falleció hace nueve años. Cada día la añoro más. Dejó una huella perenne que prevalecerá en lo más profundo de mí ser por el resto de mi existencia.

Las remembranzas de mi madre ausente surgen de acuerdo a mi estado de ánimo: alegría, nostalgia, felicidad, tristeza, melancolía… Pero afloran con más intensidad cada 10 de mayo debido a la euforia que se despliega en esta memorable fecha. Quienes hemos perdido a la autora de nuestra existencia seguimos y seguiremos honrándola hoy y siempre.

Inmerso en las nebulosas vivencias de mi infancia, recuerdo momentos, lugares y situaciones de aquel remoto pasado ido para siempre. Es una carga de nobles sentimientos incrustados en lo más profundo de mi memoria, en ellos invariablemente surge la imagen mi madre. Como si fuera una película, creo ver cuando ella me orientaba y estimulaba en momentos difíciles. Gracias a sus consejos me hacía ver la luz en el otro extremo del túnel. En momentos difíciles siempre estuvo a mi lado. En incontables ocasiones percibo que todavía me acompaña, es una sensación difícil de describir, pero muy reconfortante.

 

Colofón

Para mí este 10 de mayo es día de celebración, revivo con una mezcla de alegría y nostalgia los incontables momentos felices que compartí con mi madre y con mi hermano Guillermo durante los gratos años de mi infancia, juventud y edad adulta. 


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Jaime Marín
  • Jaime Marín
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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