Hace algunos años vi en televisión una entrevista que realizó Cristina Pacheco al arquitecto Ricardo Legorreta, creador de grandes construcciones del México moderno; la entrevista la disfruté y se me hizo de lo más profunda, ya que tocó muchos temas en muy poco tiempo, se habló de la belleza, la trascendencia y la proyección de nuestros actos aún después de morir.
Al estar conversando sobre las influencias importantes en su vida, el arquitecto comentó sobre la disciplina que le enseñó su padre, la orientación de Villagrán de construir con calidad y entregarla construcción a tiempo y por último sobre la influencia de Luis Barragán en su vida.
La influencia recibida por parte de Luis Barragán, era concerniente a filosofía y estética, ya que Barragán amaba sobre todas las cosas la belleza; en su vida diaria era un gran sibarita, disfrutaba de la vida, las pequeñas cosas le satisfacían y era capaz de manejar su auto durante dos horas hasta llegar al campo fuera de la ciudad de México en la búsqueda de una flor amarilla.
Durante la entrevista se tocaron temas sobre la luz, el proceso de envejecimiento de una construcción hasta llegar a las ruinas y la oportunidad de aprovechar el paisaje como un recurso estético en la construcción.
Se habló sobre el tránsito de las horas, el cambio de la luz conforme llega la tarde y se hace de noche…
Si pudiera definirla, sería una entrevista muy bella y muy profunda, puesto que la obra del arquitecto es muy hermosa, además de contar con una proyección a futuro de su obra, ya que su hijo iba a continuar con sus proyectos de construcción después de que el arquitecto ya no estuviera.
Es aquí donde voy a tocar el tema del sentido de trascendencia…
¿Cuándo trascendemos? Cuando nuestras acciones tienen consecuencias y a su vez afectan de manera positiva al entorno en el que vivimos.
Trascendemos cuando nuestros actos dejan
huella…
Al responsabilizarnos del sentido de trascendencia de nuestras acciones, tendremos una visión de una vida mejor; cuando amamos lo que hacemos, cuando lo disfrutamos, cuando cuidamos los detalles y sabemos que cada día tuvo una razón para existir.
Todos en nuestra vida diaria trascendemos con nuestras acciones, ya que el mundo está conectado y en estos momentos de tanta incertidumbre en la que vivimos,la frase de Ortega y Gasset: yo soy yo y mis circunstancias se aplica de manera muy convincente si mi entorno está bien, yo también estoy bien.
Podría decirse que las circunstancias a nivel mundial son de incertidumbre, las grandes potencias buscan proteger sus propios intereses, el medio oriente sigue envuelto en actos bélicos, mientras el continente africano continua con la escasez de recursos.
Retomando la entrevista al arquitecto Legorreta, veamosla trascendencia en nuestras acciones y en estos momentos de incertidumbre busquemos la belleza en nuestras vidas, gocemos de la oportunidad de disfrutar de una flor amarilla, veamos las ruinas como un proceso de cambio y aprendamos a ser unos grandes sibaritas.