Muchos de los grandes descubrimientos que se han realizado en la historia, han sido descubiertos por casualidad.
El término Serendipia es un neologismo creado por el escritor Horace Walpole (1717-1797) del cuento persa: Los tres príncipes de Serendip, el nombre antiguo persa de Ceilán la actual Sri Lanka; donde narra la historia de tres príncipes hijos de un rey sabio llamado Giaffar, inteligentes y estudiados, que encontraban las respuestas a los misterios por casualidad.
Actualmente Serendipity es el término en inglés que significa hallazgo afortunado, es decir, al hecho dedescubrir algo distinto a lo que se estaba buscando.
Alexander Fleming en 1922 al analizar un cultivo de bacterias, se dio cuenta que se contaminó una placa de bacterias con un hongo y observó qué en ese cultivo en específico, no crecían las bacterias dando lugar al descubrimiento de la penicilina.
Y así sucesivamente a lo largo de la historia, podríamos mencionar un sinfín de situaciones que han dado lugar a descubrimientos que nos han facilitado la vida, sin embargo, en nuestra vida diaria también se presentan serendipias.
Artistas, modelos, científicos y vanguardistas que han sido exitosos, han aprovechado las condiciones propicias para lograr el éxito, un ejemplo es el caso de la modelo Rachel Hunter exesposa de Rock Stewart, quién en el programa Belleza alrededor del mundo comentó que fue descubierta en un momento en que contaba con la altura, el peso y el estilo que se buscaba en ese momento en el mundo de la moda.
En fin, se trata de estar despiertos, de estar conscientes de las oportunidades que se nos presentan en la vida, sin embargo, si dejamos pasar las oportunidades por no estar alertas a las señales del destino, entonces se nos escapará la oportunidad de aprovecharlas.
Y con respecto al amor se conoce el término de amor serendipia.
¿Cuál es el amor serendipia? Es el amor que se da entre dos personas que no están buscando un romance, sino que se conocen por “casualidad”, además, se dice que estos amores duran toda la vida, ya que no existen expectativas ni intereses al encontrarse, simplemente sucede de forma natural, espontánea y sin poses.
Cuando cursaba mi último semestre de la Licenciatura en Administración de Empresas en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, una estudiante de la misma carrera me mostró con mucho orgullo su anillo de compromiso; la joven en cuestión en unas vacaciones escolares tomó un vuelo para visitar a su familia que vivía en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y al abordar se sienta a un lado de un caballero muy amable, durante el transcurso del viaje conversaron y se dieron cuenta que eran muy afines, siguieron conociéndose durante las vacaciones de la joven y a su regreso ¡ya estaba comprometida!
Son muchas las serendipias que se nos presentan a diario, sin embargo, depende de la actitud de nosotros aprovecharlas.
Si se nos presenta una situación que no esperamos y ocurre un serendipity digamos un sí al destino y avancemos ¡aprovechemos las oportunidades!