El esguince o torcedura de tobillo es una lesión frecuente que se produce cuando el tobillo se dobla o gira súbitamente de manera forzada, más allá de su movilidad normal. Cuando esto sucede generalmente se estiran o desgarran los ligamentos ayudan a estabilizar la articulación.
De hecho, mundialmente es la causa número uno de atención traumatológica en las unidades de urgencias. La mayoría de los esguinces de tobillo se dan en los ligamentos laterales y suponen lesiones leves a moderadas a los ligamentos en el lado externo del tobillo.
El tratamiento del esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión, clasificándose en tres grados: 1 o leve, 2 o moderado y 3 el más severo.
Los signos y síntomas varían dependiendo del grado de severidad, siendo el dolor, en especial cuando se apoya el peso sobre el pie afectado el signo cardinal.
Otros signos son la hinchazón, los moretes y la limitación de la movilidad, según el caso en particular.
Aunque algunas veces el esguince no requiere de un tratamiento especializado, es importante ser valorado por el médico, sobre todo cuando escuchaste o sentiste un tronido al momento de la lesión. En estos casos se hace necesaria la toma de radiografías para descartar una fractura.
Algunos factores que aumentan el riesgo de un esguince de tobillo son los siguientes:
Los esguinces de tobillo son lesiones deportivas frecuentes, en especial, en deportes que requieren saltar, cambiar de dirección rápidamente o estirar o torcer los pies, como básquetbol, tenis, fútbol americano, fútbol y correr o caminar en superficies irregulares.
Es importante que el esguince sea tratado de forma adecuada. Lesiones recurrentes de tobillo se dan más fácilmente cuando la primera lesión dejó inestabilidad en la articulación, es más probable que se vuelva a esguinzar.
Si no tienes suficiente fuerza o flexibilidad en los tobillos, es posible que tengas un riesgo mayor de sufrir un esguince cuando practicas deportes. El calzado inadecuado que no se ajusta bien al pie, como los zapatos de tacón o plataformas altas o el zapato que no es adecuados para determinada actividad hacen que los tobillos sean más vulnerables a las lesiones.
El tratamiento inadecuado del esguince de tobillo o regresar a realizar actividades demasiado pronto después del esguince, trae como consecuencia daño al cartílago articular, causando dolor e hinchazón crónica.
¿Se puede prevenir el esguince? Sí se puede. Realiza un precalentamiento antes de hacer ejercicio o practicar deportes. Pon atención al caminar, correr o trabajar sobre una superficie irregular. Usa calzado adecuada y que esté hecho para tu actividad. Minimiza el uso de zapatos de taco alto. No practiques deportes ni participes en actividades para los que no estés preparado.
Mantén una buena fuerza y flexibilidad muscular. Practica entrenamiento de estabilidad, incluso ejercicios de equilibrio funcionan mejor que un dispositivo estabilizador o un vendaje o encintado.
Mas vale prevenir.
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