Apenas habíamos retomado el contacto físico con familiares, amigos y colegas cuando vemos otra vez la amenaza de un nuevo confinamiento debido al repunte en los contagios. Adaptarnos a estos cambios en los hábitos de vida y enfrentarnos al temor de contraer la covid-19 y a la preocupación por las personas más vulnerables puede resultar especialmente duro para los jóvenes y personas con trastornos de salud mental.
La Organización Mundial de la Salud ha emitido recomendaciones para ayudar a superar estas afectaciones.
Afortunadamente, son muchas las cosas que podemos hacer para cuidar nuestra salud mental y ayudar a otras personas que pueden necesitar más apoyo y atención. Aquí la que considero más útiles y de fácil aplicación.
Seguir los consejos y recomendaciones de las autoridades sanitarias, recurriendo a fuentes informativas confiables tanto en medios de comunicación como en las redes sociales. Evitar ver, leer o escuchar noticias que causen preocupación o angustia.
Conservar las rutinas diarias en la medida de lo posible o establecer nuevas. Levantarse y acostarse a dormir todos los días a la misma hora. No descuidar la higiene personal. Tomar comidas saludables en horarios fijos.
Hacer ejercicio de forma habitual. Establecer horarios para trabajar y para descansar. Reservar tiempo para hacer cosas que le guste. El contacto social es importante. Si no es posible hacerlo en persona, mantener contacto regular por teléfono o internet.
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas o evitarla por completo. No utilizar el alcohol y las drogas para enfrentarse al miedo, la ansiedad, el aburrimiento o el aislamiento social. No existe ningún dato que demuestre que el consumo de alcohol proteja contra las infecciones virales o de otro tipo. De hecho, sucede lo contrario, ya que el abuso del alcohol está asociado a un mayor riesgo de infecciones y a un peor resultado del tratamiento. Además, debe ser consciente de que el consumo de alcohol y drogas puede impedirle tomar las precauciones adecuadas para protegerse contra la infección, como una correcta higiene de manos.
Limitar el tiempo que pasa cada día delante de una pantalla y no abuse de los videojuegos, aunque estos pueden ser una forma de relajarse.
Ayudar a los demás. Si puede, ofrézcase a ayudar a otros miembros de la comunidad que lo necesiten. Sea amable. No discrimine a las personas por miedo a la propagación de la covid-19.
Si es usted una persona mayor y se siente deprimida, mantenga un contacto regular con sus seres queridos por teléfono o videoconferencia. En la medida de lo posible, siga rutinas y horarios fijos para comer, dormir y practicar actividades que le gusten. Aprenda ejercicios físicos sencillos para realizar en casa a fin de mantener la movilidad.
El miedo es una reacción normal en situaciones de incertidumbre. Pero, a veces, este miedo se expresa de un modo que resulta hiriente para otras personas.
Ignacio Cardona