Las manifestaciones de elementos de la Policía Federal han llenado todos los espacios de televisión y prensa, generando todo tipo de opiniones y llevando el debate incluso a la politización del problema, debido a que diversos actores políticos han declarado al respecto.
En este sentido, recordé que cuando trabajaba en el extinto Departamento del Distrito Federal, ahora Gobierno de la Ciudad de México, se presentó una crisis de policías que querían sindicalizarse.
Los cuerpos policiacos tienen un marco jurídico distinto, pero debemos reconocer que eso no significa que tengan demandas laborales como todos los trabajadores, por lo que no necesariamente debemos pensar de manera inmediata de que existe necesariamente un grupo de interés manipulando estos movimientos.
Resulta obligado reconocer que en una institución como la Policía Federal, hay muchos elementos que han portado con orgullo su uniforme, han puesto en riesgo su vida y muchos incluso han sufrido lesiones mayores como perdida de alguna extremidad, en el cumplimiento de su deber.
Con absoluto respeto a las instituciones y a quienes las integran, es como se debió de haber tratado su transición, porque el proyecto de la Guardia Nacional no es nuevo y las autoridades correspondientes contaron con tiempo suficiente para ir sensibilizando al personal e informando el proceso de transición y el pleno respeto a sus derechos y beneficios laborales.
Este tipo de cuestiones deben de dejar de pasar, porque resulta lamentable que sigamos cada inicio de gobierno reiniciando o reinventando a nuestras instituciones, cuando son justamente las instituciones las que le dan estabilidad y trascendencia a las funciones del Estado, más allá de las personas, ¿no cree usted?
